IDD-Lat 2014 | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
IV - Dimensión Capacidad para generar polÃticas que aseguren eficiencia económica - | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Luego de una década de bonanza, la región latinoamericana experimentó, en promedio, un bajo crecimiento. La economÃa mundial redujo su tasa de incremento a un 2,1% en 2013, con indicios de cierta recuperación en el segundo semestre, pero manteniéndose la crisis financiera en la zona euro, mientras se produjo un crecimiento moderado en Estados Unidos, todo lo cual influyó en los paÃses latinoamericanos. Desde 2004, la región vivió una transformación positiva, incluso cuando estalló la crisis económica y financiera global del 2008, habÃa mostrado una fuerte resiliencia ante esas turbulencias, y habÃa mantenido tasas de crecimiento bastante positivas. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), los paÃses de la región han crecido a una tasa media del 4% desde 2004, frente al 2,6% en el perÃodo 1995-2004 y el 2% entre los años 1980 y 2002. El FMI, el Banco Mundial y la CEPAL han señalado que el actual bajo crecimiento de América Latina obedece a un menor dinamismo de la demanda externa, una mayor volatilidad de las finanzas a nivel internacional y una caÃda en el consumo interno. Aunque avanzó en los últimos 10 años en medio de la desaceleración global, Latinoamérica se ha ido quedando de alguna manera rezagada de la revolución tecnológica que avanza en el mundo, cuyos polos principales son Asia, Norteamérica y Europa. Ese rezago expresa la amenaza de permanecer en la periferia. En la pérdida de dinamismo económico ha influido parcialmente la locomotora brasileña que no logra despegar y tomar un mayor ritmo de crecimiento, siendo que representa una cifra cercana a la mitad del PIB agregado de la región. Su economÃa creció sólo un 2,4% en 2013. América Latina sigue siendo la región con la mayor desigualdad del mundo y su crecimiento depende de factores inestables, como sus exportaciones de materias primas y el apetito del consumo interno. A pesar de que su economÃa ha crecido más que la media mundial, no es suficiente para superar una deuda histórica con sus ciudadanos, que se expresa en la peor distribución del ingreso del mundo, con muy bajas tasas de inversión y de ahorro. El modelo latinoamericano, asentado en las exportaciones de materias primas y el consumo interno, está llegando a su lÃmite porque la estructura productiva no se ha modificado, por el rezago tecnológico y por la persistencia de la baja productividad, factores que tienden a establecer un cÃrculo vicioso. Las economÃas latinoamericanas enfrentan retos como el control de la inflación, a fin de evitar el alza de los precios de primera necesidad para la población; garantizar la recuperación sostenida del crecimiento; evitar la caÃda del empleo; y asegurar un alza del salario, con creciente productividad, mediante un uso más intensivo de nuevas tecnologÃas. Paralelamente, debe promover el crecimiento económico con igualdad, con regulaciones claras y apoyo social; aplicando polÃticas contracÃclicas de corto plazo, previniendo las crisis locales y manteniendo en el tiempo el equilibrio interno y externo. A largo plazo, deberá apostar por un cambio estructural de su economÃa, con polÃticas industriales, macroeconómicas, sociales y laborales,coordinadas adecuadamente para contribuir a la transformación de su estructura productiva, bajo una visión integrada como plataforma de desarrollo. En nuestro Ãndice 2014, diez paÃses superan el promedio de la dimensión económica; el resto, 8 paÃses, quedan por debajo, uno más que en el 2013. Los que lo logran son Argentina, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela. Si comparamos las últimas mediciones se repiten con el 2013 los paÃses que, en el conjunto de indicadores que miden desempeño económico superan el promedio, salvo Brasil, que pierde esta caracterÃstica que habÃa adquirido en el Ãndice del 2011 (Gráfico 1.11). El paÃs que presenta el mayor deterioro en desarrollo económico es Paraguay, acompañado por Guatemala, Brasil, El Salvador, Costa Rica, República Dominicana y Honduras. Entre los paÃses que han mejorado su comportamiento se destacan Colombia, Ecuador y Argentina. Asà como en las mediciones anteriores era una constante que el indicador que mide PIB per Cápita tuviera un comportamiento positivo, este año, además de este indicador, las variables que muestran una tendencia positiva en términos generales para la Región han sido la que presentan una menor exposición al Endeudamiento, nuevamente como en el 2013. Lo que es necesario destacar como resultado negativo es el aumento del promedio del valor de Brecha de ingreso en la Región, que marca un registro que es histórico. La elevada desigualdad en la distribución de los ingresos es uno de los rasgos caracterÃsticos de América Latina en el contexto internacional. Los datos más recientes disponibles indican que el quintil más pobre capta en promedio un 5% de los ingresos totales, con participaciones que varÃan entre menos del 4% (Bolivia, Honduras, Paraguay y República Dominicana) y el 10% (Uruguay), mientras que la participación en los ingresos totales del quintil más rico promedia el 47%, con un rango que va del 35% (Uruguay) al 55% (Brasil). La distribución del ingreso ha mostrado una lenta tendencia a la mejora en los últimos diez años. Estos cambios han ocurrido de manera gradual y son apenas perceptibles en las variaciones de año a año.
Chile incrementa su puntuación, lo que le permite seguir liderando esta dimensión y es seguido este año por México, que en el anterior habÃa caÃdo al cuarto lugar, luego de haber liderado el ranking durante cuatro años. Uruguay no logra mantener su posición del 2013, el segundo lugar, y baja al cuarto. En la tercera posición se cuela Perú, que es otro de los paÃses que avanza fuertemente en esta dimensión.El último lugar lo ocupa El Salvador. Bolivia, que se habÃa situado en el fondo de la tabla el año anterior, ahora sube dos lugares, aunque aún se ubica muy por debajo del promedio regional. Los otros paÃses de América Central también presentan resultados negativos, salvo Costa Rica que presenta una puntuación intermedia. Desde el 2002 el indicador de distribución de la riqueza habÃa mejorado en América Latina; de hecho en la medición del 2012, catorce paÃses habÃan reducido su brecha de ingreso; sin embargo, en esta medición, en algunos paÃses, nuevamente, esta variable ha sufrido un retroceso producto de las caÃdas en los porcentajes de crecimiento económico de la Región y de la ausencia de polÃticas activas de equidad, tales son los casos de Brasil, Ecuador, Honduras, México y Venezuela; a pesar que algunos paÃses han mejorado en este aspecto, principalmente Bolivia, que desde el año 2006 redujo sustancialmente la brecha de ingreso entre los más ricos y los más pobres en el paÃs. Aún hay mucho camino por recorrer mientras haya casi un 50% de la participación en los ingresos totales que recae en el quintil más rico de la población latinoamericana.
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