IDD-Lat 2015
III - Dimensión Capacidad para generar políticas que aseguren Bienestar

Tabla 1.5. América Latina (18 países). Puntaje obtenido en la dimensión III del IDD-Lat 2015

Fuente: Elaboración propia con datos del IDD-Lat 2014.

País

Dimensión social 2015

Chile

2,266

Costa Rica

1,997

Argentina

1,449

Uruguay

1,378

Perú

1,318

Panamá

1,227

Bolivia

1,057

Brasil

1,023

Ecuador

0,310

México

0,071

Venezuela

-0,046

Paraguay

-0,423

El Salvador

-0,913

Colombia

-1,207

Honduras

-1,712

Guatemala

-2,286

R. Dominicana

-2,387

Nicaragua

-3,122

El primer aspecto saliente del análisis de la dimensión social es que continúa en 2015 una tendencia negativa que había arrancado en el 2012, produciéndose un generalizado deterioro en los indicadores que miden la calidad del desarrollo social y humano en la región. Prueba de ello es que son más los países que retroceden en esta edición que los que lo hicieron en el 2014: 11 contra nueve. Es decir que sólo el 39#% del total ha incrementado su puntuación con respecto al año anterior, y por otro lado el fuerte descenso de la puntuación de Argentina, que había liderado esta dimensión por tres años consecutivos (2012,2013 y 2014), produce que el promedio regional sufra un retroceso.

Destacan positivamente Bolivia, Venezuela y Uruguay (gráfico 1.19).

Entre los países que han obtenido una puntuación inferior a la de 2014 destacan por el nivel de su caída México, Honduras, por segundo año consecutivo y, como mencionamos anteriormente, Argentina.

Estos avances y retrocesos tuvieron su correlato en las ubicaciones de los países en el ranking. Lidera esta dimensión Chile, por primera vez desde el 2002 a la fecha, aún con una puntuación peor a la recibida en el 2014. Chile reemplaza en el liderazgo a Argentina, que desciende a la tercera posición, producto de descensos en algunas de las variables de la dimensión, especialmente en lo que se refiere a eficiencia en salud y fundamentalmente por la baja confiabilidad de sus estadísticas oficiales, que son cuestionadas no sólo a nivel nacional sino a nivel internacional.

En segundo término, aparece Costa Rica, quien logra mejorar una posición con respecto al 2014, a pesar de obtener un descenso en su resultado. Uruguay, Bolivia y Paraguay son los países que suben tres posiciones en el ranking. El resto de los movimientos son leves, a lo sumo ascienden o descienden una o dos posiciones o, en algunos casos, se mantienen igual.

El dato negativo más significativo es que el peor valor de este año, obtenido por Nicaragua, es casi tan bajo como el mínimo de 2014: pasó de -3,136 puntos a -3,122 puntos. Recordemos que el valor más bajo anterior había sido de -1,287, obtenido por Ecuador, lo que significa casi la mitad del puntaje recibido en los dos últimos años (República Dominicana en 2014 y Nicaragua en 2015).

Chile y Costa Rica son los dos únicos países que integran el grupo de alto desarrollo social. En tanto que Argentina, Uruguay, Perú, Panamá, Bolivia, Brasil completan el lote de seis países que presentan desarrollo democrático medio. Ecuador y México, junto a los mencionados integran un lote de diez países que logran superar el promedio regional. Venezuela, Paraguay, El Salvador, Colombia, Honduras, Guatemala, República Dominicana y Nicaragua se ubican por debajo del promedio regional. De ellos sólo Venezuela, Paraguay y El Salvador conforman el grupo de países con bajo desarrollo democrático, en tanto que los restantes integran el grupo que califica con mínimo desarrollo democrático.

Producto de esta tendencia negativa, volvió a disminuir el promedio absoluto con respecto al año anterior, fruto de peores resultados regionales en mortalidad infantil (10#%) y en matriculación secundaria (15#%).

Continúa la tendencia positiva en el promedio regional de gasto en salud y en educación.

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL), fijó el nivel de pobreza en la región en un 28,1% para el año 2013, cifra que se encuentra estancada desde el 2012, y que según proyecciones sólo bajaría en una décima porcentual para el 2014.

Los países que habían mostrado descensos en los niveles de pobraza habían sido Chile de 10,9#% en 2011 a 7,8#% en 2013, Paraguay, de 49,6#% en 2011 a 40,7#% en 2013, El Salvador, de 45,3#% en 2012 a 40,9#% en 2013, Colombia de 32,9#% en 2012 a 30,7#% en 2013 y Perú, de 25,8#% en 2012 a 23,9#% en 2013.

Chile es el segundo país de Latinoamérica con menor nivel de pobreza en 2013, después de Uruguay que registra un 5,7#% de pobreza y un 0,9#% de indigencia, mientras Chile en este último punto marca un 2,5#%.

La secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena señaló que "la recuperación de la crisis financiera internacional no parece haber sido aprovechada suficientemente para el fortalecimiento de políticas de protección social que disminuyan la vulnerabilidad frente a los ciclos económicos. Ahora, en un escenario de posible reducción de los recursos fiscales disponibles, se requieren mayores esfuerzos para apuntalar dichas políticas, generando bases sólidas con el fin de cumplir los compromisos de la agenda de desarrollo post-2015".

Variación de la dimensión democracia social

Gráfico 1.19
Fuente: Elaboración propia con datos del IDD-Lat 2014 y 2015.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó que la tasa de desempleo urbano de América Latina se comportó de forma "atípica" en 2014 pues continúa bajando a pesar de la desaceleración económica, pero alertó que el crecimiento lento ya comenzó a impactar al mercado laboral. Los indicadores laborales envían "señales de alerta" a pesar que el desempleo se mantiene bajo. Destaca que la tasa de desempleo urbano cerró el 2014 en 6,1#%, por debajo del 6,2#% de 2013.

Si bien el desempleo no ha subido a causa de la desaceleración del crecimiento, si se ha notado una reducción fuerte en la generación de empleo reflejada en la tasa de ocupación, que bajó 0,4 puntos porcentuales. El comportamiento atípico del desempleo, que bajó en vez de subir, fue explicado como consecuencia de la salida de personas de la fuerza laboral, lo que se reflejó en una baja en la tasa de participación, y que permitió suavizar los efectos de la caída en la generación de empleo. "Muchas de las personas que salieron temporalmente del mercado laboral en 2014 volverán a buscar trabajo el año próximo, junto a los jóvenes que se sumen al mercado laboral. La región necesita crear casi 50 millones de empleos los próximos 10 años solamente para compensar el crecimiento demográfico".

Este escenario de incertidumbre se presenta después de una década en la cual la región tuvo un crecimiento económico relevante que permitió reducir la tasa de desempleo a mínimos históricos y registrar avances en la calidad de los empleos.

La OIT hizo un llamado a los países de la región a prepararse para el escenario posible de un mercado laboral en el cual haya que tomar medidas específicas para estimular el empleo y proteger los ingresos de las personas.

Desigualdad, exclusión y pobreza persisten como los mayores desafíos para la democracia y conspiran contra el desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe. Hubo algunos avances desde el 2000 hasta ahora pero fueron modestos si se comparan con otras regiones en desarrollo.

Desarrollo social y humano

Fortalezas

Debilidades

  • El fuerte descenso de la pobreza en la región a partir de 2003 y el aumento del ingreso per cápita.
  • En los últimos 10 diez años el desempleo ha bajado considerablemente en la región.
  • La reducción de la mortalidad infantil ha detenido su curva positiva.
  • La dimensión social presenta una nueva caída del promedio regional.
  • Las alertas respecto de los indicadores de desempleo y pobreza.

Avanza el desarrollo en salud, pero falta

La salud es una dimensión esencial de la seguridad humana y la igualdad. La cobertura universal de salud comprende los componentes de universalidad en los servicios de prevención, promoción, tratamiento y rehabilitación, así como la protección contra riesgos de salud y la protección financiera asociada a sus costos, que resultan particularmente altos en relación con los ingresos de las familias más desprotegidas. No se trata simplemente de fijar un conjunto mínimo de prestaciones -se requieren sistemas de salud fuertes y eficientes- y de disminuir el pago directo por parte de las personas de las atenciones de salud que reciben. Se trata de alcanzar por esta vía la igualdad y cumplir con el derecho universal a la salud.

A pesar de los múltiples esfuerzos de distintos países de la región por proveer servicios de salud para todos sus habitantes mediante programas como el Sistema Único de Salud en el Brasil, el Fondo Nacional de Salud en Chile, el Seguro Popular en México o el sistema de seguridad social en Colombia, la provisión de cobertura universal en salud mediante programas de protección social para la población más vulnerable sigue siendo un enorme reto para la agenda para el desarrollo latinoamericano. El acceso a servicios de salud y educación de calidad es necesario para reducir efectivamente las desigualdades y generar oportunidades, capacidades y opciones para la población en condición de pobreza. El estado de salud de la población es indicativo del nivel de desarrollo de una sociedad, influye en la productividad y en el ejercicio de las capacidades de las personas y, a su vez, es influido por las condiciones estructurales y las políticas de otros sectores.

Es destacable, pese a todo lo que aun falta, el hecho de que América Latina y el Caribe es la región del mundo que más ha avanzado en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo del Milenio referente a la mortalidad infantil. Entre 1990 y 2013 las muertes por cada mil nacimientos, disminuyeron de 54 a 18. Este avance de 67#% superó el promedio mundial de alrededor de 50#%. Según el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), a pesar de las cifras generales en nuestra región, factores como la desigualdad económica y el aislamiento geográfico de algunas zonas determinan enormes diferencias entre un país y otro y entre diferentes regiones de un mismo país. UNICEF reconoce los logros alcanzados; sin embargo, considera que los 17.000 niños que fallecen cada día a nivel mundial por problemas de salud prevenibles, son demasiados.

Estos avances están relacionados, entre otros factores, con el crecimiento económico de la región, que en la última década permitió a unos 70 millones de personas salir de la pobreza.

Las muertes prevenibles son las principales causas de mortalidad infantil en el mundo, pero en la región, están principalmente marcadas por la persistencia de desigualdades causadas por factores diversos, como el nivel de ingresos de las familias, el grupo de población al que pertenecen, la localización geográfica y el nivel educativo de los padres, entre otros.

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