IDD-Lat 2016
Resultados del desarrollo democrático regional

La decimoquinta edición de nuestro índice presenta un retroceso en el puntaje promedio del desarrollo democrático de América Latina con respecto al año anterior, acercándose al valor del 2004. Como se observa en el gráfico 1.1, la evolución del promedio del IDD-Lat presenta oscilaciones entre los 4,600 y los 5,200 puntos. Los avances más importantes se produjeron en el período 2006-2009, cuando el índice alcanzó 5,238 puntos, mientras que el valor histórico más bajo es el del 2014, cuando descendió a 4,602 puntos. El descenso en este último año es del 2,8 %, por varios motivos. En primer término, porque la cantidad de países que avanzan es inferior en número a los que retroceden. En segundo lugar, porque la peor puntuación, que nuevamente fue obtenida por Guatemala, es un 43 % más baja que el valor registrado el año anterior, lo que produce que este puntaje empuje hacia abajo el promedio general. Por otro lado, ha aumentado la cantidad de países con mínimo desarrollo democrático y ha descendido el de países con alto desarrollo democrático. Y por último, porque los promedios de tres de las cuatro dimensiones que componen el IDD-Lat han tenido una pérdida con respecto al año anterior. Por todas estas razones no podemos definir el 2016 como un buen año para la consolidación del desarrollo democrático en la región.

Evolución del promedio del IDD-Lat 2002-2016

Gráfico 1.1

Como en todos los años de nuestra medición, Chile, Uruguay y Costa Rica siguen destacándose del resto de los países por su alto desarrollo democrático. Integran el pequeño grupo de países que lidera el desarrollo y, a lo largo de las mediciones, se han ido alternando en los primeros lugares del ranking regional. Este año nuevamente Chile lidera el IDD-Lat con 10,000 puntos; Uruguay pierde el liderazgo que había sostenido por tres años consecutivos (2013, 2014 y 2015) con 9,353 puntos y Costa Rica ocupa el tercer lugar (8,539), bajando del segundo lugar que había alcanzado en el 2015 (gráfico 1.2). De acuerdo con la serie histórica de medición del IDD-Lat, Chile es el país que más veces ha liderado el ranking: nueve de los quince años en los que se calcula el índice de desarrollo democrático; Costa Rica se ubicó dos veces en lo más alto del podio, en tanto que Uruguay lo ha hecho por cuatro años (2002, 2013, 2014 y 2015).

Ranking del IDD-Lat 2016

Gráfico 1.2

Fuente: Elaboración propia con base en los resultados del IDD-Lat 2016.

Debemos aclarar, como cada año, que el valor máximo de 10,000 puntos es asignado al país de mejor puntuación, sin que ello implique que nos encontremos frente a un estado de perfección de la democracia. En el IDD-Lat 2016, Chile ocupa el primer lugar, en parte por mérito propio y en parte por el retroceso de Uruguay (6 %). La democracia chilena presenta variaciones positivas en las dimensiones que muestran la calidad de las instituciones y la eficiencia social y económica en el desarrollo democrático (dimensiones II, III y IV). El mayor avance de Chile se manifiesta por esos incrementos y porque la dimensión que mide el respeto de los derechos políticos y las libertades civiles (dimensión I), aunque presenta un leve retroceso, sostiene una puntuación de alto desarrollo democrático. En tanto, Uruguay y Costa Rica retroceden en algunas dimensiones; en el caso de Costa Rica, en democracia social y económica, mientras que Uruguay solo logra presentar un mejor desempeño en democracia económica. Siguiendo el orden del nivel de desarrollo democrático, Perú junto con Panamá, Ecuador, Bolivia y Argentina integran el bloque que denominamos de desarrollo democrático medio (DDM). En conjunto, entonces, Chile, Uruguay, Costa Rica, Perú, Panamá, Ecuador, Bolivia y Argentina son los ocho países que superan el promedio regional, uno más que el año anterior. Bolivia ingresa en este conjunto de países; es decir que el restante 55 % del conjunto de los dieciocho evaluados, se encuentra por debajo del promedio regional. Cinco países presentan desarrollo democrático medio (DDM), igual número que el año anterior, aunque cambia la conformación. En el 2016 Panamá integra este conjunto de países, mientras que Brasil ya no lo hace, porque califica con mínimo desarrollo democrático, debido a un fuerte descenso en la dimensión democracia económica. Por otro lado, el conjunto de países de bajo desarrollo democrático (BDD) no es igual al del año anterior, ya que en el 2016 está integrado por cuatro países, en vez de los cinco que lo integraban en 2015. Méxco sigue liderando este grupo, seguido por El Salvador, República Dominicana y Paraguay. Lamentablemente, por último, aumenta de cuatro a seis, respecto del año anterior, el número de países que presentan mínimo desarrollo democrático (MDD). Ingresan a este grupo Colombia y Brasil, en tanto que permanecen en esta categoría Honduras, Nicaragua, Venezuela y Guatemala. En el caso de Guatemala, se coloca por noveno año entre los países de menor nivel de desarrollo democrático; y en el caso de Venezuela, repite esta condición por duodécima vez.

Período 2002-2016

Como se indica, el promedio regional había alcanzado el valor máximo de la serie en la medición de 2009, con 5,238 puntos, pero en los años siguientes el desarrollo democrático regional había presentado tres años consecutivos de caída, para luego volver a repuntar en 2012. Sin embargo, 2013 había quebrado esa recuperación, con un descenso del 2,3 % respecto del año anterior. En 2014 el promedio volvió a retroceder y alcanzó su peor valor histórico. En 2015 el promedio presentó una recuperación, con 4,866 puntos, un valor semejante al de 2012. Y este año vuelve a caer, a 4,710 puntos, aunque sin alcanzar el peor valor (tabla 1.1). Es interesante observar, tras quince años de medición, el comportamiento promedio de los países en la serie (gráfico 1.3). Chile, Uruguay y Costa Rica destacan con valores por encima de los nueve puntos. Panamá, México, Argentina y Perú les siguen en un nivel alejado, pero todavía por encima del promedio regional. De modo que solo siete países, 39 % del total, han logrado mantenerse por encima del promedio regional histórico, que es de 4,925 puntos. Los resultados generales de este año muestran que nueve países retroceden en su desarrollo democrático, es decir, 50 % más de los que lo habían hecho en 2015, fundamentalmente por un repliegue generalizado en la dimensión respeto de los derechos políticos y las libertades civiles (democracia de los ciudadanos). Así como decimos que la democracia no es plena si persisten la desigualdad y la exclusión aun con calidad institucional y respeto de los derechos y libertades vigentes, también sostenemos que un país podrá alcanzar una plenitud democrática si además de sus avances socioeconómicos transita con libertad e igualdad los caminos establecidos por su sistema político, respetando los derechos y garantías de todos los ciudadanos en el marco de instituciones con plena vigencia de sus fundamentos y la división de poderes establecidos en su sistema republicano

IDD-Lat 2002-2016. Promedio por país

Gráfico 1.3

La evaluación 2016 muestra la necesidad de profundizar los esfuerzos, con distintos grados y matices, en el desarrollo de los aspectos de la democracia que se refieren a los derechos y libertades, a la calidad de las instituciones y a la consolidación del sistema de representación política.

El desarrollo democrático por regiones

A efectos de este análisis agrupamos los países en cuatro regiones, de acuerdo con criterios de cercanía, características históricas, económicas y sociales en común. Escapan a esta clasificación los dos Estados mayores de la región, que son agrupados por magnitud de población y economía. El grupo que denominamos países del Cono Sur está integrado por Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. El siguiente, América andina, está conformado por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. En el de América Central se sitúan Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Por último, el grupo que denominamos megapaíses, está conformado por México y Brasil.



Países del Cono Sur

Los cuatro países que pertenecen a este grupo que denominamos países del Cono Sur presentan una variada intensidad de desarrollo democrático (gráfico 1.4). Dos de ellos, Chile y Uruguay, con alto desarrollo democrático, como es habitual en las mediciones del IDD-Lat; Argentina, que se caracteriza por un desarrollo democrático medio con altibajos en su serie histórica, y por último Paraguay, que obtiene una calificación que lo sitúa entre los países con bajo desarrollo democrático. Los cuatro países han tenido a lo largo de las mediciones del IDD-Lat comportamientos homogéneos, desde el 2002 a la fecha, aunque entre ellos presentan valores promedio muy distantes. En el caso de Chile, su promedio histórico es superior a los 9,000 puntos, al igual que Uruguay, mientras que Argentina se sitúa alrededor de los 5,300 puntos y Paraguay marca históricamente un valor cercano a los 3,400 puntos (gráfico 1.5). En la serie de los cuatro países destaca el ascenso de Argentina a lo largo de estos años. Luego de la crisis sufrida en el 2001 había descendido a 4,000 puntos, se fue recuperando y en 2014 llegó a superar los 6,000 puntos; pero los últimos dos años ha emprendido una curva negativa, que es una señal de alarma para ese país. Uruguay, Chile y Paraguay han tenido comportamientos más estables; los dos 4,000 puntos. El promedio de esta zona geográfica es de 6,941 puntos, por lo que presenta el mejor desarrollo democrático de América Latina. Comparativamente con otras regiones, los países del Cono Sur obtienen las mejores puntuaciones en las cuatro dimensiones que componen el IDD-Lat, principalmente en la que mide el desarrollo social. Levantan el promedio Uruguay, que lidera la dimensión democracia de las instituciones, y Chile, que encabeza la democracia social y la económica. Dentro del Cono Sur, Paraguay es el que presenta la menor puntuación y el que califica con bajo desarrollo democrático en las dimensiones económica y social y con mínimo desarrollo democrático en la dimensión de las instituciones; así como le sucede también a Argentina en la dimensión de democracia de las instituciones. En la dimensión que mide la democracia de los ciudadanos, en el IDD-Lat 2016 Chile presenta la segunda mejor puntuación, con 8,439 puntos, luego de Costa Rica, mientras que el resto del Cono Sur muestra estos valores: Argentina, 6,826; Paraguay, 5,822; Uruguay, 7,191. El valor promedio de la dimensión democracia de las instituciones, dimensión II, se sitúa alrededor de los 5,200 puntos. Uruguay y Chile elevan este promedio, ya que Paraguay y Argentina presentan mínimo desarrollo democrático, (Uruguay 9,206, Chile 7,368, Argentina 2,489 y Paraguay 1,776). En la dimensión social, los países del Cono Sur mantienen un promedio alto motorizado por los resultados de Chile (2,741 puntos), que lidera en 2016 esta dimensión, acompañado por Uruguay (1,211 puntos). Argentina, con 1,180 puntos, ha sido uno de los países de la región que más ha perdido en la puntuación -recordemos que en 2015 lideraba la democracia social-. Paraguay disminuye la robustez de los resultados del resto de los países, con solo -0,292 puntos, representando un bajo desarrollo democrático.primeros se han ubicado históricamente entre los 8,000 y los 10,000 puntos, y Paraguay entre los 2,000 y los 4,000 puntos. El promedio de esta zona geográfica es de 6,941 puntos, por lo que presenta el mejor desarrollo democrático de América Latina. Comparativamente con otras regiones, los países del Cono Sur obtienen las mejores puntuaciones en las cuatro dimensiones que componen el IDD-Lat, principalmente en la que mide el desarrollo social. Levantan el promedio Uruguay, que lidera la dimensión democracia de las instituciones, y Chile, que encabeza la democracia social y la económica. Dentro del Cono Sur, Paraguay es el que presenta la menor puntuación y el que califica con bajo desarrollo democrático en las dimensiones económica y social y con mínimo desarrollo democrático en la dimensión de las instituciones; así como le sucede también a Argentina en la dimensión de democracia de las instituciones. En la dimensión que mide la democracia de los ciudadanos, en el IDD-Lat 2016 Chile presenta la segunda mejor puntuación, con 8,439 puntos, luego de Costa Rica, mientras que el resto del Cono Sur muestra estos valores: Argentina, 6,826; Paraguay, 5,822; Uruguay, 7,191. El valor promedio de la dimensión democracia de las instituciones, dimensión II, se sitúa alrededor de los 5,200 puntos. Uruguay y Chile elevan este promedio, ya que Paraguay y Argentina presentan mínimo desarrollo democrático, (Uruguay 9,206, Chile 7,368, Argentina 2,489 y Paraguay 1,776). En la dimensión social, los países del Cono Sur mantienen un promedio alto motorizado por los resultados de Chile (2,741 puntos), que lidera en 2016 esta dimensión, acompañado por Uruguay (1,211 puntos). Argentina, con 1,180 puntos, ha sido uno de los países de la región que más ha perdido en la puntuación -recordemos que en 2015 lideraba la democracia social-. Paraguay disminuye la robustez de los resultados del resto de los países, con solo -0,292 puntos, representando un bajo desarrollo democrático.

Puntaje de países del Cono Sur en el IDD-Lat 2016

Gráfico 1.4

Evolución del IDD-Lat en los países del Cono Sur

Gráfico 1.5

Fuente: Elaboración propia con base en los resultados del IDD-Lat 2002-2016.
Puntaje de países de América andina en el IDD-Lat 2016

Gráfico 1.6

Fuente: Elaboración propia con base en los resultados del IDD-Lat 2016.
Evolución del IDD-Lat en América andina

Gráfico 1.7

Fuente: Elaboración propia con base en los resultados del IDD-Lat 2002-2016.

Por último, en la dimensión económica los cuatro países tienen comportamientos también diversos: Chile lidera este año la dimensión y presenta junto con Uruguay alto desarrollo democrático, con 2,060 y 1,667 puntos respectivamente; le siguen Argentina y Paraguay, que obtienen puntuaciones calificadas de desarrollo democrático medio, con 0,137, en el primer caso, y de bajo desarrollo democrático con -0,607, en el segundo. En resumen, Chile y Uruguay lideran en el Cono Sur y presentan mejores puntuaciones en términos generales en las cuatro dimensiones. Argentina fundamentalmente se destaca en la social y Paraguay presenta puntuaciones de bajo rendimiento en todas las dimensiones, salvo en democracia de los ciudadanos.

América andina

Los cinco países que integran este bloque regional tienen una intensidad de desarrollo democrático diversa. Perú, Ecuador y Bolivia están entre los que presentan desarrollo democrático medio; Perú supera el promedio significativamente (casi 2,000 puntos). En el otro extremo se ubican Colombia y Venezuela, con mínimo desarrollo democrático (gráfico 1.6). Es destacable el comportamiento de Bolivia, hasta 2014 siempre colocado en los grupos de países con bajo y mínimo desarrollo democrático, que por segunda vez alcanza un valor caracterizado como desarrollo democrático medio. También Ecuador presenta como un hecho positivo que haya podido sostener, por tercer año consecutivo, su pertenencia al grupo de desarrollo democrático medio.

Ningún país de este bloque ha alcanzado valores en la serie histórica que le permitieran ubicarse en el conjunto de alto desarrollo democrático, aunque Perú podría alcanzar ese nivel pronto si continuara por la senda de crecimiento sostenido.

Según el gráfico 1.7, los países que integran este conjunto han mostrado un comportamiento similar a lo largo de la serie 2002-2016, excepto Perú que viene creciendo desde el valor negativo obtenido en el 2005 -el peor resultado de su serie: 3,126- hasta este año, cuando obtiene su mejor puntuación, alcanzando los 6,495 puntos, lo que le significa calificar como un país con desarrollo democrático medio, viniendo de ser uno con bajo desarrollo y en camino a posicionarse junto con el grupo que lidera el IDD-Lat. El promedio de esta zona es de 4,407 puntos, por debajo del promedio latinoamericano de este año (4,727). En un análisis por dimensión, los países de América andina obtienen su peor puntuación en la democracia de las instituciones. Solo Bolivia califica con desarrollo democrático medio (4,765 puntos), mientras que el resto de los países presentan bajo desarrollo democrático, salvo Venezuela que muestra una puntuación de mínimo desarrollo democrático (1,508 puntos). El valor promedio de la dimensión democracia social, dimensión III, en este grupo de países alcanza los 0,290 puntos. Aquí es donde se observan más las asimetrías en este conjunto de países. Bolivia (1,292 puntos) presenta un resultado de desarrollo democrático medio y se acerca al conjunto de países con alto desarrollo democrático; Ecuador (0,845 puntos) y Perú (0,615 puntos) también componen en esta dimensión el grupo de desarrollo democrático medio. Mientras tanto, Colombia (-0,613 puntos) y Venezuela (-0,689 puntos) presentan comportamientos similares y califican con desarrollo democrático medio, en un límite muy cercano al descenso hacia el grupo con bajo desarrollo. Por tanto, en líneas generales América andina tiene un comportamiento en materia social con luces de alarma y presenta riesgo democrático en esta dimensión. En la dimensión democracia de los ciudadanos, entre los países de América andina Perú presenta la mejor puntuación (6,524), seguido por Bolivia (5,959) y Ecuador (5,772), mientras que Colombia y Venezuela muestran valores de mínimo desarrollo democrático. Es incontrastable el déficit en desarrollo democrático que presenta esta zona, aunque destacan los esfuerzos que están brindando Perú y Bolivia.

Por último, en la dimensión económica, Perú (1,960 puntos) y Ecuador (1,205 puntos) califican como países con alto desarrollo democrático; Venezuela y Colombia muestran resultados de desarrollo democrático medio y por último Bolivia (-1,262 puntos) tiene un bajo desarrollo democrático. Los primero cuatro mencionados superan el promedio de la dimensión económica y solo Bolivia se sitúa por debajo. En resumen, podemos decir que en América andina solo Ecuador y Perú presentan un comportamiento relativamente estable y positivo en las cuatro dimensiones, mientras que el resto de los países obtiene resultados que, lamentablemente, no logran progresos en áreas sensibles del sistema democrático.

América Central

Este grupo está conformado por siete países que tienen una posición geográfica, una tradición histórica y una estructura socioeconómica similar. Sin embargo, su comportamiento no es homogéneo; muy por el contrario, es un claro escenario de polarización entre países que logran transitar por la senda del desarrollo democrático -Costa Rica y Panamá- y aquellos que no logran ingresar a un proceso virtuoso de desarrollo, como son los casos de República Dominicana, Honduras, Nicaragua y Guatemala. El Salvador es un caso particular, ya que en la primera medición del IDD-Lat (2002) calificaba como un país con desarrollo democrático medio, cercano a valores de alto desarrollo, y en los años posteriores ha presentado una tendencia descendente que lo ha colocado en el conjunto de países con bajo desarrollo democrático. Por su parte, República Dominicana ha oscilado durante la serie histórica entre los de medio, bajo y mínimo desarrollo democrático.

Puntaje de países de América Central en el IDD-Lat 2016

Gráfico 1.8

Costa Rica siempre ha sido un país con desarrollo democrático alto y ha liderado el IDD-Lat en dos oportunidades (2008 y 2012). Hoy se coloca en el tercer lugar detrás de Uruguay; por ello, se diferencia del resto de los países que integra este conjunto. Panamá ha oscilado entre los países con medio y alto desarrollo democrático. El 2014 fue su peor año, con un puntaje que lo acercó a la zona de bajo desarrollodemocrático; en el 2015 se volvió a colocar dentro del conjunto de países con alto desarrollo democrático pero este año volvió a descender para ubicarse en el conjunto de países con desarrollo democrático medio. Guatemala, Honduras y Nicaragua presentan mínimo desarrollo democrático, con 0,888, 1,589 y 2,740 puntos respectivamente. A lo largo de la serie del IDD-Lat han tenido un comportamiento similar. El puntaje promedio de la región registra 3,965 puntos. Como se evidencia en el análisis del comportamiento de los países, los únicos que se ubican por encima de ese valor promedio son Costa Rica, Panamá y El Salvador.

El comportamiento histórico de estos siete países se muestra sin homogeneidad en desarrollo democrático. Costa Rica y Panamá, en forma permanente, y El Salvador, en algunas oportunidades, son los únicos que han superado el valor promedio general del IDD-Lat, mientras que los restantes cuatro países no lo han logrado nunca. Esta región presenta en toda la serie un promedio bajo. De hecho, Guatemala ha ocupado seis veces los últimos lugares del ranking. Si el análisis se realiza por dimensión, los países de América Central obtienen las peores puntuaciones en dos de las cuatro dimensiones que componen el IDD-Lat: las que presentan los resultados sociales y los económicos. En la dimensión democracia de los ciudadanos, en el IDD-Lat 2016 el país de América Central que presenta la mejor puntuación es Costa Rica, con 8,522 puntos, seguido por Nicaragua, El Salvador, Panamá y República Dominicana, que se sitúan entre los 4,000 y 5,000 puntos. Guatemala y Honduras presentan bajo desarrollo democrático. El promedio de esta zona geográfica es de 5,046 puntos, por debajo del promedio general de esta dimensión, que es de 5,375 puntos. Es la dimensión que muestra mayor homogeneidad entre los países que forman parte de esta zona.

En la dimensión democracia de las instituciones se distinguen cuatro realidades; en una se sitúa Costa Rica con alto desarrollo democrático; en la segunda El Salvador, Honduras y Panamá, con puntuaciones por encima del promedio general, califican como países con desarrollo democrático medio; en la tercera, República Dominicana con una puntuación de bajo desarrollo democrático (4,498 puntos); mientras que los dos países restantes, Guatemala y Nicaragua, muestran un desarrollo democrático crítico, fluctuando entre los 2,500 y 2,000 puntos. En la dimensión social, todos los países que integran este conjunto, salvo Costa Rica y Panamá, que logran superar el promedio de la dimensión, presentan bajo y mínimo desarrollo democrático, con valores negativos por debajo del promedio: El Salvador con -0,617 puntos, seguido por República Dominicana con -1,480 puntos, Guatemala con -2,009 puntos, Nicaragua con -2,384 puntos y Honduras con -2,946 puntos. Estos cinco países han estado históricamente por debajo del promedio general de la dimensión y han oscilado entre el grupo de países con bajo desarrollo democrático y los de mínimo desarrollo. Costa Rica con 0,750 puntos y Panamá con 0,984 puntos no logran compensar el bajo estándar regional que presenta el peor promedio del IDD-Lat 2016. El valor promedio de la dimensión democracia económica de este año en América Central no alcanza tampoco el promedio latinoamericano y nuevamente ello es producto de los resultados críticos de tres de estos países: El Salvador (-1,331 puntos), Guatemala (-1,808) y Honduras (-2,190 puntos). Panamá es el único país de la zona que obtiene un valor por encima del promedio y alcanza 1,347 puntos. Del resto, Costa Rica y Nicaragua son los países que más se acercan al promedio de la dimensión. En esta dimensión, América Central tiene su déficit más homogéneo y profundo.

En términos generales podemos decir que Costa Rica y Panamá son los únicos países de América Central que presentan buenos resultados y sustentabilidad en el tiempo. El resto se mantiene en valores alejados de los mejores.

Evolución del IDD-Lat en países de América Central

Gráfico 1.9

Fuente: Elaboración propia con base en los resultados del IDD-Lat 2002-2016.
Megapaíses

El bloque de megapaíses está conformado por Brasil y México, que cuentan con un peso demográfico y económico de tal envergadura que se diferencia notoriamente de todos sus países vecinos. Ambos presentan un bajo desarrollo democrático, siendo México un representante constante del estamento de desarrollo democrático medio, mientras que Brasil ha sido errático a lo largo de la serie histórica del IDD-Lat, en algunos años ha formado parte del grupo de bajo desarrollo democrático y en otros se ha ubicado en la misma categoría que México. El promedio de las puntuaciones de este año de estos dos países es de 3,615 puntos, bastante por debajo del promedio latinoamericano.

Puntaje de los megapaíses en el IDD-Lat 2016

Gráfico 1.10

Fuente: Elaboración propia con base en los resultados del IDD-Lat 2016.
Evolución del IDD-Lat en los megapaíses

Gráfico 1.11

Fuente: Elaboración propia con base en los resultados del IDD-Lat 2002-2016.

Ambos países no han tenido este año un desempeño similar en desarrollo democrático. Para México, el IDD-Lat presenta un avance del 1 % con respecto al año anterior, mientras que Brasil muestra un retroceso de 41 % con respecto a 2015. En la serie histórica solo dos veces Brasil ha superado en puntaje a México: 2013 y 2015.

Los promedios históricos de ambos países los ubican en lugares distantes entre sí. Brasil, con 4,367 puntos, ha estado más tiempo perteneciendo al grupo de países con bajo desarrollo democrático. México, con 5,562 puntos, ha mantenido hasta 2014 su estabilidad en el grupo de desarrollo democrático medio, cayó en 2015 por primera vez al grupo de bajo desarrollo y en 2016 no ha logrado salir de ese conjunto de países. Ambos países muestran su mayor debilidad y sus peores puntuaciones en la dimensión democracia de las instituciones: Brasil 1,615 puntos y México 3,806 puntos, lo que significa que califican con mínimo y bajo desarrollo democrático, respectivamente. Debemos destacar que México en 2016 muestra un mejor desempeño, a pesar de mantenerse en el grupo de bajo desarrollo, ya que en el 2015 no había alcanzado los 3,000 puntos. Brasil sigue manifestando una tendencia negativa en esta dimensión y presenta un retroceso de más del 30 % respecto al año anterior. El promedio de ambos países en esta dimensión alcanza los 2,711 puntos, alejados de los 4,332 puntos del promedio general. El valor promedio de ambos países en la dimensión democracia de los ciudadanos tampoco supera al de la región y es producto del retroceso de sus resultados. Brasil integra el grupo de países con desarrollo democrático medio, mientras que México se ha incorporado a los de bajo desarrollo democrático. Ello obedece a varios factores pero en ambos casos el mayor peso negativo está dado por el clima de inseguridad y violencia que afecta el ejercicio pleno de derechos y libertades.

En democracia social, Brasil destaca al obtener un resultado que lo sitúa entre los países que lideran esta dimensión y califica con alto desarrollo democrático después de Chile. México, que presenta un fuerte avance con respecto al 2015, logra superar el promedio de la dimensión y mantener la calificación de país de desarrollo democrático medio. Por último, en la dimensión democracia económica el retroceso de estos últimos años ha hecho perder a Brasil y México su mayor fortaleza. Ambos encabezaban la dimensión económica en el 2015, fundamentalmente por el valor que había obtenido México como tercer país de mayor desarrollo en esta dimensión. En el IDD-Lat 2016 presentan valores muy por debajo de los recibidos el año anterior; Brasil sigue posicionándose por debajo del promedio de la dimensión y México obtiene el peor valor de su serie histórica -recordemos que había liderado esta dimensión en seis ocasiones-. Son países con una historia económica importante dentro de la región, con recursos naturales que sustentan sus desarrollos económicos pero con niveles de desarrollo democrático distinto, resultado de la aplicación de políticas que evidentemente los han diferenciado entre sí. Volviendo a la evaluación general del IDD-Lat, Brasil y México presentan cierta similitud en su comportamiento democrático, y los dos se ubican próximos en el ranking regional: México ocupando el noveno lugar y Brasil el decimotercero. Latinoamérica sigue esperando que el desarrollo de ambos países los convierta en la locomotora regional, dados su magnitud y peso económico, social y político, pero hay factores estructurales a remover para ello: la falta de transparencia y de control de sus instituciones, la pobreza e inequidad y la violencia emparentada con el narcotráfico. Enormes desafíos todos para las dirigencias de ambos países.

Tabla 1.1. Ranking del promedio de las regiones en el IDD-Lat

Región

Dimensión

IDD-Lat 2016

I

II

III

IV

cono sur

7,070

5,210

1,210

0,814

6,941

américa andina

4,793

3,477

0,290

0,523

4,407

américa central

5,046

4,904

-1,100

-0,678

3,965

Megapaíses

4,594

2,711

0,706

0,561

3,615

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