IDD-Lat 2016
Comparación 2016-2015

En el análisis de la evolución general del desarrollo democrático en relación con la medición del año anterior, destacamos: - En el informe 2016 solo cuatro países mejoran sus valores de democracia de los ciudadanos, dimensión de respeto de derechos y libertades. Y el promedio bajó un 3 % con respecto al año anterior, pasando de 5,551 a 5,375 puntos. - Por el contrario, asciende el promedio de la dimensión democracia de las instituciones, en este caso un 5 % con respecto al 2015, pasando de 4,116 a 4,332 puntos. Por otro lado, son siete los países (39 %) que empeoran en esta dimensión, frente a 11 que retrocedieron en el 2015, repitiendo un comportamiento positivo que se había manifestado el año anterior, lo cual consolida la tendencia.

Por otro lado, en lo referido a los resultados de la gestión democrática, más países caen por debajo de la media regional, en contraposición con lo que ocurre con las dimensiones I y II. En la democracia social ocho países (44 %), tres menos que el año anterior, empeoraron su resultado pero de una manera no muy significativa, ya que el promedio regional cae de 5,514 a 5,430 puntos. - En democracia económica diez países retroceden, dos más que en el 2015, de allí que solo un 44 % de los países analizados han logrado mantener la recuperación que habían alcanzado tras el rebote de la crisis de 2009. Sin embargo, los que mejoraron elevan el promedio regional levemente, de 5,349 a 5,438 puntos en esta edición. - Las dimensiones II y IV presentan un nivel de superación respecto al 2015, al contrario de lo que sucede con la dimensión que evalúa el desarrollo en democracia de los ciudadanos y en democracia social. - El promedio general del índice cae, acercándose al promedio del 2014. - En la evolución general del desarrollo democrático, con los resultados integrados de todas las dimensiones, diez países caen respecto de la medición del año anterior (gráfico 1.16); cuatro más que en el 2015, volviendo a una tendencia que se venía presentando desde el 2012.

Aspectos negativos

Es mayor la cantidad de países que obtienen una peor puntuación con respecto al año anterior. - El peor puntaje, recibido por Guatemala, es la mitad del peor valor obtenido en el 2015 por el mismo país. - Es mayor la cantidad de países con mínimo desarrollo democrático.

Comparación de valores IDD-Lat 2015 y 2016

Gráfico 1.16

Fuente: Elaboración propia con base en los resultados del IDD-Lat 2015 y 2016.

- Es menor la cantidad de países con alto desarrollo democrático. - Empeora el valor del promedio regional. En relación con el comportamiento de los países, la evolución del IDD-Lat 2016 respecto del año anterior indica que los países que mejoran o se mantienen son: Chile, que nuevamente alcanza el primer lugar; Bolivia, que alcanza el mejor valor de su serie histórica manteniéndose en el conjunto de países con desarrollo democrático medio; Ecuador, que mejora por quinto año consecutivo, lo que le permite alcanzar también su mejor puntaje desde el 2002 a la fecha y logra superar por segunda vez el promedio regional; México, que aunque mejora levemente su puntuación no alcanza a mejorar su intensidad de desarrollo democrático ni logra alcanzar el promedio regional; Nicaragua, que mejora significativamente, aunque ello no le permite modificar su calificación de mínimo desarrollo democrático; Perú, que obtiene su mejor puntaje desde el 2002 a la fecha, aunque aún no le alcanza para integrar el conjunto de países con alto desarrollo democrático; República Dominicana que, como consecuencia del avance logrado este año, logra subir dos posiciones en el ranking regional pero no modifica su calificación democrática y, por último, Venezuela, que a pesar de presentar una puntuación mayor a la de 2015, sigue siendo un país con mínimo desarrollo democrático y solo en la dimensión económica logra superar el promedio regional. Venezuela solo en tres ocasiones ha salido del nivel de desarrollo democrático mínimo: 2008, 2009 y 2010. Este año solo ocho de los dieciocho países evaluados (44 %) logran mantener o superar su performance del año anterior, cuatro menos que en el 2015, cuando habían incrementado su puntaje doce países. Destaca positivamente la mejora del promedio de la dimensión que mide la democracia de las instituciones, que alcanza los 4,332 puntos, y que mantiene la tendencia que se observa desde el año anterior, aunque aún está lejos del valor promedio más alto alcanzado en el 2006, y continúa siendo la dimensión de peor resultado regional. No sucede lo mismo en la dimensión correspondiente a la democracia de los ciudadanos, cuyo valor promedio pierde el 3 %, aunque aún permanece por encima de los 5,000 puntos. Entre los países que tuvieron un comportamiento negativo en la evaluación general de 2016, el máximo nivel de caída se observa en Brasil y Guatemala (42 %). Les siguen Honduras (20 %), Paraguay (18 %) y Argentina (12 %); con menores porcentajes de retroceso les suceden Panamá, Colombia, Uruguay, Costa Rica y El Salvador. Entre los países que tuvieron comportamiento positivo, Nicaragua, Venezuela y Chile han tenido los avances más significativos en su puntuación, en un panorama general en el que son más los países que retrocedieron que los que han avanzado.

Dimensión democracia de los ciudadanos

En la dimensión que mide el desarrollo democrático desde la óptica del ciudadano, o sea desde las condiciones para que ejerza sus derechos y libertades, se observa un descenso de 3 % en el promedio . Cabe recordar que dicho valor promedio de la dimensión desde el 2002 a la fecha osciló entre los 4,500 y los 5,400 puntos. Costa Rica, Uruguay y Chile nuevamente lideran el ranking de esta dimensión, aunque han cambiado las posiciones (tabla 1.3). En esta oportunidad Costa Rica lidera la tabla, superando levemente a Chile, que retrocede al segundo lugar; Uruguay repite la tercera posición del año anterior. Argentina, Perú, Bolivia, Paraguay, Ecuador y Nicaragua completan el grupo que supera el promedio regional (5,375). Los restantes nueve países se ubican por debajo del promedio. Es importante destacar que en el 2015 diez países habían logrado superar el promedio de esta dimensión, uno más que este año.

Tabla 1.3. América Latina (18 países).

Puntaje obtenido en la dimensión I del IDD-Lat 2016

País

Dimensión I

costa rica

8,522

chile

8,439

uruguay

7,191

argentina

6,826

Perú

6,524

bolivia

5,959

Paraguay

5,822

ecuador

5,772

nicaragua

5,607

brasil

4,933

el salvador

4,911

Panamá

4,896

r. dominicana

4,797

México

4,255

Guatemala

3,427

Honduras

3,161

colombia

2,903

Venezuela

2,807



Fuente: Elaboración propia con datos de IDD-Lat 2016.

También se observa, en términos absolutos, que el mayor valor regional es levemente superior al del año anterior; y el menor valor regional es menor que su equivalente de 2015. El valor más bajo del ranking en esta edición lo registra Venezuela, con 2,807 puntos, y es más bajo que el peor valor del 2015, obtenido por Colombia con 2,966 puntos. El valor máximo en el 2015 lo registraba Chile con 8,449 puntos mientras que en el IDD-Lat 2016 lo logra Costa Rica con 8,522 puntos. La disminución del promedio regional de esta dimensión con respecto al 2015 se explica porque es mayor el número de países que retroceden que los que avanzan. Debemos destacar que el mejor valor del promedio, desde el 2002 a la fecha, fue alcanzado en el 2015, con 5,551 puntos.

Con respecto al ejercicio de derechos y libertades, aún es grande el camino a transitar por la mayor parte de los países para aproximarse al nivel que ostentan Costa Rica, Chile y Uruguay, los de mejor desempeño. La importancia de la tarea y el desarrollo de políticas para alcanzar mayores libertades y derechos para sus ciudadanos son entonces un enorme desafío para la dirigencia política y las sociedades de la región. Los ciudadanos deben demandar por el respeto de sus derechos y libertades, mejorando las prácticas y el compromiso cívico.

En la comparación con el año anterior, la mejor evolución interanual la presenta Costa Rica, seguida por El Salvador, Honduras y Perú. Estos son los únicos cuatro países que han mejorado su puntuación con respecto al año anterior. Costa Rica obtiene en esta edición su mejor puntuación histórica (gráfico 1.17). Con independencia del puntaje logrado, Costa Rica, Perú, El Salvador, Panamá y Colombia son los países que mejoran su ubicación en el ranking. En particular, destaca Perú, que logra ascender cuatro lugares.

Por otro lado, Guatemala y República Dominicana son los países que más fuertemente han retrocedido, en valores absolutos un 13 % en ambos casos, aunque no signifiquen retrocesos similares en el ranking regional; Guatemala permanece en el 15.° lugar, mientras que República Dominicana pierde dos lugares y baja a la 13.ª posición. Los restantes retrocesos son más leves, tanto en las ponderaciones como en la escala regional.

Variación del índice de derechos y libertades

Gráfico 1.17

Fuente: Elaboración propia con base en resultados del IDD-Lat 2015 y 2016.

Democracia de los ciudadanos

Fortalezas

debilidades

  • Ningún país retrocede en el puntaje de respeto de las libertades civiles.
  • La participación política de la mujer ha mejorado en la región, en promedio, en los tres poderes del Estado.
  • Se vislumbran leves mejoras en los indicadores que miden condicionamiento de libertades por inseguridad
  • Se manifiesta menor participación ciudadana en los procesos electorales.
  • Los países aparecen estancados, sin mejoras significativas en los indicadores de respeto de los derechos políticos y libertades civiles.
  • Once países de los dieciocho analizados no respetan su sistema de cuota de género en el Poder Legislativo.

Algunos aspectos destacados de la medición de este año de la dimensión democracia de los ciudadanos son: 1. La gran mayoría de los países presentan retrocesos en esta dimensión con respecto al 2015, salvo cuatro excepciones: Costa Rica, El Salvador, Honduras y Perú. Recordemos que en el informe de 2015 habían sido tres los países que habían descendido en su puntuación con respecto al 2014. 2. El promedio de 2016 (5,375 puntos) es inferior en un 3 % al anterior, y la región no alcanzó el valor de 2015, que había sido el mejor de la serie. 3. El retroceso del promedio de la dimensión es producto, principalmente, de que son pocos los indicadores que presentan avances, salvo algunos países que en género y condicionamiento de libertades por inseguridad reciben puntuaciones más elevadas. 4. El valor más alto (Costa Rica) es superior al del 2015 en casi un 1 %, mientras que el valor más bajo (Venezuela) es menor al registrado en el 2015 por Colombia casi en la misma proporción.

Dimensión democracia de las instituciones

En lo relativo a la dimensión que analiza la calidad institucional y política de los países, Uruguay mantiene por cuarta vez consecutiva su liderazgo, aunque no mejora su puntuación, que retrocede casi un 2 % con respecto al valor obtenido en el 2015. Costa Rica se mantiene en el segundo lugar, a pesar de que su puntuación es un 14 % más elevada que la del 2015 (tabla 1.4). En cambio El Salvador, que en el 2015 había ocupado el tercer lugar y calificaba como un país con desarrollo democrático medio en esta dimensión, pierde su posición en el ordenamiento regional, y retrocede al 5.° lugar, producto de un valor casi 10 % peor que el obtenido en 2015 . Este año son ocho los países -dos más que en 2015- que superan el promedio de la dimensión (4,332 puntos), un valor 5 % más alto que el de 2015, que había sido de 4,116 puntos. Uruguay, Costa Rica, Chile, Panamá, El Salvador, Honduras, Bolivia y República Dominicana son los países que lo logran. La novedad es que estos dos últimos países logran alcanzar esta meta. Esta situación no había sucedido en ninguna medición del IDD-Lat en el caso de Bolivia, mientras que República Dominicana solo lo había logrado en el 2006.

Tabla 1.4. América Latina (18 países).

Puntaje obtenido en la dimensión II del IDD-Lat 2016

País

Dimensión II

uruguay

9,206

costa rica

8,658

chile

7,368

Panamá

5,843

el salvador

5,319

Honduras

5,249

bolivia

4,765

r. dominicana

4,498

Perú

4,284

México

3,806

colombia

3,647

ecuador

3,181

nicaragua

2,539

argentina

2,489

Guatemala

2,220

Paraguay

1,776

brasil

1,615

Venezuela

1,508

Fuente: Elaboración propia con datos de IDD-Lat 2016.

Se destaca en esta dimensión que solo seis países retroceden en sus puntuaciones, a diferencia del 2015, cuando lo habían hecho diez. El pronunciado déficit de calidad institucional y eficiencia política se hace evidente en las puntuaciones de Nicaragua, Argentina, Guatemala, Paraguay, Brasil y Venezuela.

Las caídas más notorias se observan en: Paraguay (40 %), que presenta peor resultado en el indicador de participación de los partidos políticos en el Poder Legislativo y mantiene puntuaciones muy bajas en accountability y desestabilización de la democracia; Brasil (36 %), que presenta retrocesos fundamentalmente en las variables de percepción de la corrupción, participación de los partidos políticos en el Poder Legislativo y accountability, como así también porque recibe la aplicación del factor de anormalidad democrática, debido a la crisis institucional de ese país; y por último Guatemala (36 %), que presenta una fuerte caída en el indicador que mide corrupción y por el factor de anormalidad democrática producto de la crisis institucional de 2015.

Como podemos observar, la región sur del continente destaca por su pobre desempeño en calidad institucional y eficiencia política, con la sola excepción de Uruguay y Chile, que califican como países de alto desarrollo democrático y mantienen su liderazgo regional en la materia.

En total doce países mejoran en esta dimensión con respecto al 2015. Destacamos por la magnitud de su avance a Ecuador, México, Chile y Bolivia. Sus mejores puntuaciones les han permitido calificar mejor. Ecuador pasa de mínimo a bajo desarrollo, al igual que México. Chile pasa de una categorización de país de desarrollo democrático medio a una de alto desarrollo; mientras que Bolivia sale del conjunto de países con bajo desarrollo democrático y pasa a integrar el de desarrollo medio.

Las dos variables de mayor incidencia en el avance generalizado son: accountability y desestabilización de la democracia.

Un dato importante es que México logra salir del factor de corrección por crisis institucional.

Podemos destacar como aspectos significativos de la medición de esta dimensión para el 2016:

- Se observa un ascenso en el promedio regional, aunque aún está lejos del mejor valor promedio de la serie, que fue alcanzado en el 2008.

- Disminuye la cantidad de países que retroceden en la dimensión. En el 2015 habían sido diez y en esta edición son seis, acercándose al comportamiento más positivo que había logrado la región en el 2012, cuando solo cinco países habían descendido en sus puntuaciones.

- La cantidad de países que superan el promedio regional es mayor a la que logró ese rendimiento en el 2015. De seis pasó a ocho países.

- En el 2016 cuatro países son castigados con el factor de anormalidad democrática: Argentina, Brasil, Guatemala y Venezuela. Es el doble de los que fueron castigados en el 2015.

- Uruguay, Costa Rica y Chile vuelve a ser la terna de países que ostentan las mejores puntuaciones, situación diferente a la de los dos años anteriores, por el lugar que había ocupado El Salvador, que había desplazado a Chile.

- En el 2016, de acuerdo con los datos de Transparencia Internacional, casi todos los países de la región han empeorado su valoración en el índice de corrupción.

- La gran asignatura pendiente de los 18 países analizados sigue siendo lograr un desarrollo democrático sostenido en las variables que integran el indicador de accountability y reducir la insatisfacción y protesta de vastos sectores sociales que no logran su inclusión plena al ejercicio de la democracia. Analizaremos los comportamientos positivos que presentan la mayoría de los países de la región:

Los países que más avanzaron en sus puntuaciones son Ecuador, México, Chile y Bolivia, con consecuencias distintas para cada uno de ellos. Ecuador con este incremento (50 %) vuelve a formar parte del grupo de países con bajo desarrollo democrático, saliendo de la zona crítica donde se había ubicado siete veces en el IDD-Lat. Aunque aún está lejos de alcanzar el mejor valor de su serie, que fue el del 2005, logra mejorar su posicionamiento en el ordenamiento regional en cinco lugares. México sale de la calificación de mínimo desarrollo democrático por una suba del 44 % de su puntuación, aunque no logra alcanzar los 5,000 puntos, que es donde ya se había ubicado, con oscilaciones, en cuatro oportunidades También a este país la mejor puntuación obtenida le permite una mejor ubicación en el ranking regional. Chile, que en dos oportunidades había caído a la categoría de país con desarrollo democrático medio y una de ellas había sido en el 2015, vuelve a posicionarse junto con los que lideran la calidad institucional en la región; ello le permite, también, subir dos posiciones en la tabla y ocupar el tercer lugar. Y por último, destaca Bolivia, que presenta una mejora del 39 %, con dos consecuencias importantes: pasa a integrar el conjunto de países con desarrollo democrático medio, situación que solo se había producido en el 2005, y asciende cuatro posiciones en el ordenamiento regional (séptimo).

Evolución de la dimensión calidad institucional y eficiencia política

Gráfico 1.18

Fuente: Elaboración propia con base en los resultados del IDD-Lat 2015 y 2016.

- Les siguen en volumen de incremento Honduras, República Dominicana y Costa Rica. En el caso de este último país, su mejora le permite mantener el segundo lugar del ranking regional. Estas subas tienen en común que no modifican a ninguno de los tres países su calificación democrática; Honduras sigue siendo un país con desarrollo democrático medio, República Dominicana de bajo desarrollo democrático y Costa Rica de alto desarrollo democrático.

- El resto de los países que avanzaron en calidad institucional y eficiencia política: Perú, Venezuela, Nicaragua, Colombia y Panamá, no cambian la calificación que traían del IDD-Lat 2015 y en algunos casos tampoco su ubicación en el ranking regional, como son los casos de Panamá y Venezuela. En cambio, Perú mejora su ubicación en dos lugares, y Nicaragua asciende un lugar; mientras que Colombia retrocede en el ordenamiento regional.

- Si analizamos los comportamientos negativos en la región en calidad institucional y eficiencia política, vemos que:

Entre los países que han bajado su puntuación, Argentina, Brasil, El Salvador, Guatemala, Paraguay y Uruguay, solo este último ha logrado mantener su posición de liderazgo y su calificación de desarrollo democrático. En el resto de los casos la baja ha tenido como consecuencia la pérdida de posiciones en el ordenamiento regional y, en algunos casos, de intensidad de desarrollo democrático. Argentina pasa a calificar por séptima vez con mínimo desarrollo democrático y además pierde dos posiciones en el ranking regional. Brasil mantiene su calificación de mínimo desarrollo democrático, pero le significa bajar una posición. El Salvador es otro de los países que mantiene su calificación, en su caso de desarrollo democrático medio, aunque desciende un lugar en la tabla regional. Guatemala, al igual que Argentina, deja de integrar el conjunto de países con bajo desarrollo democrático y es el país que más desciende en el ranking regional, seis posiciones. Por último, Paraguay mantiene su mínima calificación y pierde tres lugares en el ordenamiento regional.

Democracia de las instituciones

Fortalezas

debilidades

  • En América Latina, aun con zozobras institucionales, prevalece la democracia.
  • Ha crecido la cantidad de países con alto desarrollo democrático.
  • Ha mejorado el promedio regional.
  • La cantidad de países del grupo de desarrollo democrático mínimo se ha estancado en seis. Cuatro de ellos repiten esta característica a lo largo de los años: Nicaragua, Brasil, Bolivia y Venezuela.
  • Se ha duplicado la cantidad de países castigados con el factor de anormalidad democrática, debido a las crisis institucionales de 2015.
Dimensión democracia social
Tabla 1.5. América Latina (18 países).

Puntaje obtenido en la dimensión III del IDD-Lat 2016

País

Dimensión social

chile

2,741

bolivia

1,292

uruguay

1,211

argentina

1,180

Panamá

0,984

brasil

0,946

ecuador

0,845

costa rica

0,750

Perú

0,615

México

0,466

Paraguay

-0,292

colombia

-0,613

el salvador

-0,617

Venezuela

-0,689

r. dominicana

-1,480

Guatemala

-2,009

nicaragua

-2,384

Honduras

-2,946

Fuente: Elaboración propia con datos del IDD-Lat 2016.

El primer aspecto saliente del análisis de la dimensión social es que no se registra recuperación en la tendencia que había comenzado en el 2012, con un generalizado deterioro en los indicadores que miden la calidad del desarrollo social y humano en la región. Aunque disminuye la cantidad de países que empeoran su puntuación -en el 2015 fueron 11, en el 2016 lo hacen 8-, el fuerte descenso de la puntuación de Costa Rica y de Argentina, que habían liderado esta dimensión por tres años consecutivos (2012, 2013 y 2014), había generado ya un descenso en el promedio regional. Debemos destacar que el mejor valor, obtenido nuevamente por Chile, es mayor al que había recibido en el 2015; y la puntuación más baja, obtenida en esta edición por Honduras, es más alta de la que había recibido Nicaragua en el 2015.

Destacan positivamente México, Ecuador y Colombia (gráfico 1.19).

Entre los países que han obtenido una puntuación inferior a la de 2015 presentan un importante descenso Venezuela, Honduras, Costa Rica y Perú.

Estos avances y retrocesos tuvieron su correlato en las ubicaciones de los países en el ranking. Lidera esta dimensión Chile, por segunda vez desde el 2002 a la fecha, y logra su mejor puntuación de todo el período de nuestro estudio. Su permanencia en lo alto del ordenamiento regional se debe a mejores resultados en eficiencia en salud y en educación, así como a la variación positiva del indicador del desempleo. En segundo término aparece Bolivia, que logra mejorar cinco posiciones con respecto al 2015. Otros países que mejoran su ubicación en el ranking son Ecuador, Colombia y República Dominicana; en los tres casos suben dos posiciones. El resto de los países que avanzan en el ordenamiento regional ascienden una posición: Uruguay, Panamá, Paraguay y Nicaragua.

Chile, Bolivia, Uruguay y Argentina son los países con alto desarrollo democrático en esta dimensión.

Panamá, Brasil, Ecuador, Costa Rica, Perú y México conforman el lote de países que presentan desarrollo democrático medio, y junto con los cuatro países de alto desarrollo integran el grupo de diez países que superan el promedio regional. Paraguay, Colombia, El Salvador y Venezuela se ubican por debajo del promedio regional y califican con bajo desarrollo. En tanto que República Dominicana, Guatemala, Nicaragua y Honduras se ubican al fondo de la tabla con mínimo desarrollo democrático. De los países que han empeorado con respecto al 2015, Costa Rica, Perú y Venezuela han sido los que más posiciones han perdido en el ordenamiento regional: seis, cuatro y tres posiciones, respectivamente. Las variables que han influido en el descenso del promedio regional son tasa de egreso en el nivel secundario (10 %) y desempleo (8 %). Continúa la tendencia positiva en el promedio regional de mortalidad infantil, gasto en salud y en educación. Entre 2000 y 2013 la pobreza había disminuido considerablemente en América Latina, del 46,3 % al 29,7 % de la población. Sin embargo, esos avances se han ralentizado en algunos casos, y en otros se han detenido o retrocedido, de modo que la región sigue caracterizándose por una vulnerabilidad sustancial que también afecta a la creciente clase media. Más específicamente, observamos que el 65 % de las personas reciben un ingreso diario

Variación de la dimensión democracia social

Gráfico 1.19

Fuente: Elaboración propia con datos del IDD-Lat 2015 y 2016.

de entre USD 4 y USD 10, y el 14 % de la clase media sufre de pobreza al menos una vez en un período de diez años. Además, la pobreza crónica continúa extendida y representa el 91 % y el 50 % de la pobreza extrema y moderada, respectivamente. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), desde hace tres años, la región de América Latina y el Caribe ha estado afectada por una desaceleración económica cuyos efectos acumulados se pueden describir como una crisis en cámara lenta. El pleno impacto de esta desaceleración en los mercados laborales se ha sentido en el año 2015 y se espera que continúe en 2016, aun si mejorara la tasa de crecimiento económico. El desempleo regional, que había alcanzado mínimos históricos de 6,2 % en 2014, subió en 2015 a 6,7 %. Esta es aún una cifra moderada, si se la compara con las tasas de hace más de una década. Pero es el primer aumento significativo de la tasa de desocupación abierta en cinco años. Y significa 1,7 millones de desocupados adicionales en la región, que elevan el número total de desocupados a casi 19 millones. La mayoría de los nuevos desocupados son mujeres y hay también una alta proporción de jóvenes. Desigualdad, exclusión y pobreza persisten como los mayores desafíos para la democracia y conspiran contra el desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe. Hubo algunos avances desde el 2000 hasta ahora pero fueron modestos si se comparan con los de otras regiones en desarrollo.

Desarrollo social y humano

Fortalezas

debilidades

  • El fuerte descenso de la pobreza en la región a partir del 2003 y el aumento del ingreso per cápita.
  • Los países de la región han avanzado en su gran mayoría.
  • El indicador de mortalidad infantil continuó su tendencia descendente.
  • La dimensión social presenta una nueva caída del promedio regional.
  • Las alertas respecto de los indicadores de desempleo y pobreza.
Dimensión democracia económica
Tabla 1.6. América Latina (18 países).

Puntaje obtenido en la dimensión económica del IDD-Lat 2016

País

Índice de desarrollo económico

chile

2,060

Perú

1,960

uruguay

1,667

Panamá

1,347

ecuador

1,205

México

0,652

Venezuela

0,502

colombia

0,207

argentina

0,137

nicaragua

-0,116

r. dominicana

-0,317

costa rica

-0,332

Paraguay

-0,607

bolivia

-1,262

el salvador

-1,331

brasil

-1,774

Guatemala

-1,808

Honduras

-2,190

Fuente: Elaboración propia con datos del IDD-Lat 2016.

Desde 2004 la región vivió una transformación positiva en lo que concierne al crecimiento económico. Incluso cuando estalló la crisis económica y financiera global del 2008, América Latina había mostrado una fuerte resiliencia ante esas turbulencias y había mantenido tasas de crecimiento bastante positivas. Sin embargo, los tiempos parecen haber cambiado y, según la CEPAL, en 2015 ningún viento estuvo a favor de la dinámica económica latinoamericana, por lo que ese organismo internacional revisó a la baja las proyecciones de crecimiento de la actividad económica de la región para 2016.1 Entre los factores desfavorables que impactan en el desempeño económico de la región se señalan: el bajo crecimiento de países desarrollados; una importante desaceleración en economías emergentes, en particular China; la creciente volatilidad y costos en los mercados financieros; y bajos precios de las materias primas, en particular hidrocarburos y minerales. Ade más, se aprecia una mayor debilidad de la demanda interna de los países de la región, lo que genera que la caída en la inversión doméstica esté siendo acompañada por una desaceleración del consumo. Las economías de América del Sur, especializadas en la producción de bienes primarios, en especial petróleo y minerales, y con creciente grado de integración comercial con China, registrarán una mayor contracción. El impacto destructivo de la extrema desigualdad sobre el crecimiento sostenible y la cohesión social es evidente en la región. Aunque se ha logrado un éxito considerable en la reducción de la extrema pobreza durante la última década, continúan altos los niveles de desigualdad del ingreso y de distribución de la riqueza, que han obstaculizado el crecimiento sostenible y la inclusión social. En América Latina y el Caribe, la desigualdad está impidiendo retornar a una trayectoria de crecimiento inclusivo, ante un entorno exterior desalentador. Aunque la desigualdad del ingreso se ha reducido durante los últimos años, América Latina sigue siendo la región más desigual del mundo. En 2014, el 10 % más rico de la población de América Latina había amasado el 71 % de la riqueza de la región.

1 Comunicado de prensa de la CEPAL del 5.10.2015, <http://www.cepal.org/es/ comunicados/cepal-pronostica-quecrecimiento- la-region-2015-se-contraera

Entre 2002 y 2015, las fortunas de los multimillonarios de América Latina crecieron en promedio un 21 % anual, es decir, un aumento seis veces superior al del PIB de la región. Gran parte de esta riqueza se mantiene en el extranjero, en paraísos fiscales, lo que significa que una gran parte de los beneficios del crecimiento de América Latina está siendo acaparada por un pequeño número de personas muy ricas, a costa de los pobres y de la clase media, sin generar efecto virtuoso alguno sobre las economías y las sociedades locales. Salvaguardar los avances ya logrados por América Latina y garantizar un crecimiento inclusivo y sostenible deben ser prioridades para todos los países de la región. No existe una solución mágica a este problema, pero las políticas públicas no parecen estar encaminadas a corregir uno de los mayores problemas de la democracia regional.

En nuestro índice 2016, nueve países superan el promedio de la dimensión económica, uno menos que en el 2015: Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela. Si comparamos las últimas mediciones con las del 2015, se repiten los países que en el conjunto de indicadores que miden desempeño económico superan el promedio, salvo Venezuela, que había perdido esta característica en el 2015 y vuelve a recuperarse, y Costa Rica, que en esta oportunidad se coloca por debajo del promedio regional (gráfico 1.20). El valor del promedio regional es superior al del 2015, tendencia que se viene sosteniendo en el tiempo. En términos de la evolución respecto del año anterior, los países que presentan el mayor deterioro en desarrollo económico son Brasil, República Dominicana, Costa Rica y Colombia, acompañados por Argentina, México, Panamá, Bolivia,

Variación de la dimensión democracia económica

Gráfico 1.20

Fuente: Elaboración propia con datos del IDD-Lat 2015 y 2016.

Honduras y Uruguay. Entre los países que han mejorado su comportamiento se destacan Venezuela, Nicaragua y Perú. Así como en las mediciones anteriores era una constante que el indicador que mide PIB per cápita tuviera un comportamiento positivo, este año ese indicador no conserva la misma tendencia, debido a lo que se mencionó en el apartado anterior acerca del crecimiento económico de la región. Por otro lado, las variables que muestran una tendencia positiva en términos generales para la región son las que presentan una menor exposición al endeudamiento y una mayor libertad económica. Un dato negativo es que se pierden los avances en términos de equidad en ingresos. Luego de haber sido líder regional en 2005, 2006, 2013 y 2014, Chile vuelve a ocupar la posición más alta en el IDD-Lat 2016, desplazando a Uruguay, que retrocede al tercer lugar. El puntaje alcanzado por Chile es cercano a su mejor puntuación, obtenida en el 2005.

Uruguay es antecedido por Perú, que logra avanzar tres posiciones en el ranking y además pasa a formar parte del conjunto de países con alto desarrollo económico. Junto con los tres países mencionados, Panamá y Ecuador completan el lote de países con alto desarrollo. México, Venezuela, Colombia y Argentina integran el grupo de desarrollo medio. Nicaragua, República Dominicana, Costa Rica y Paraguay integran el grupo de bajo desarrollo económico. En este IDD-Lat 2016, Bolivia, El Salvador, Brasil, Guatemala y Honduras se ubican en el grupo de países que presentan mínimo desarrollo económico. Brasil es el país que más retrocede en la tabla de posiciones, cayendo siete lugares. El último puesto del ranking es ocupado por Honduras, que por primera vez se ubica en el fondo de la tabla; esa posición había sido históricamente de Bolivia que, aunque mejora, aún se ubica lejos del promedio regional.

Un dato positivo es que, más allá de las oscilaciones cíclicas del déficit o de otras variables de flujo, en una mirada de largo plazo se aprecia que en América Latina había tenido lugar un largo período de aumento de la proporción de la deuda pública con respecto al PIB (1970-1989), seguido por etapas de reducción (en los períodos 1990-1997 y 2004-2008, luego de un breve período de alza entre 1998 y 2003) y finalmente de estabilización, entre 2009 y 2014. En los años de bonanza -entre 2003 y 2008- se redujo considerablemente el nivel de la deuda pública y además se modificó de manera significativa su composición, observándose una extensión de los plazos, una mayor participación de la deuda a tasa fija, un aumento de la proporción de residentes en su tenencia y un creciente peso de las deudas en moneda local. De este modo, en los últimos 25 años la reducción de la deuda pública externa ha sido notable en la región: a comienzos de los años noventa representaba poco más del 70 % del PIB, en comparación con el 16 % que registra en 2014.

Desarrollo económico

Fortalezas

debilidades

  • El valor promedio de la dimensión económica, a pesar del retroceso de algunos países, ha logrado mantener su tendencia positiva.
  • La deuda pública de América Latina sigue estable.
  • Ningún país presenta mínimo desarrollo democrático en esta dimensión.
  • El crecimiento económico de la región presenta frenos y contramarchas.
  • Persiste la vulnerabilidad de la región a la volatilidad externa.
  • Pese a los avances, subsiste una gran desigualdad como asignatura pendiente. *Es una señal de alarma el descenso de Brasil y México, tratándose de los megapaíses que deberían ser las locomotoras de la región.
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