IDD-Lat 2016 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Comparación 2016-2015 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
En el análisis de la evolución general del desarrollo democrático en relación con la medición del año anterior, destacamos: - En el informe 2016 solo cuatro paÃses mejoran sus valores de democracia de los ciudadanos, dimensión de respeto de derechos y libertades. Y el promedio bajó un 3 % con respecto al año anterior, pasando de 5,551 a 5,375 puntos. - Por el contrario, asciende el promedio de la dimensión democracia de las instituciones, en este caso un 5 % con respecto al 2015, pasando de 4,116 a 4,332 puntos. Por otro lado, son siete los paÃses (39 %) que empeoran en esta dimensión, frente a 11 que retrocedieron en el 2015, repitiendo un comportamiento positivo que se habÃa manifestado el año anterior, lo cual consolida la tendencia. Por otro lado, en lo referido a los resultados de la gestión democrática, más paÃses caen por debajo de la media regional, en contraposición con lo que ocurre con las dimensiones I y II. En la democracia social ocho paÃses (44 %), tres menos que el año anterior, empeoraron su resultado pero de una manera no muy significativa, ya que el promedio regional cae de 5,514 a 5,430 puntos. - En democracia económica diez paÃses retroceden, dos más que en el 2015, de allà que solo un 44 % de los paÃses analizados han logrado mantener la recuperación que habÃan alcanzado tras el rebote de la crisis de 2009. Sin embargo, los que mejoraron elevan el promedio regional levemente, de 5,349 a 5,438 puntos en esta edición. - Las dimensiones II y IV presentan un nivel de superación respecto al 2015, al contrario de lo que sucede con la dimensión que evalúa el desarrollo en democracia de los ciudadanos y en democracia social. - El promedio general del Ãndice cae, acercándose al promedio del 2014. - En la evolución general del desarrollo democrático, con los resultados integrados de todas las dimensiones, diez paÃses caen respecto de la medición del año anterior (gráfico 1.16); cuatro más que en el 2015, volviendo a una tendencia que se venÃa presentando desde el 2012. Aspectos negativosEs mayor la cantidad de paÃses que obtienen una peor puntuación con respecto al año anterior. - El peor puntaje, recibido por Guatemala, es la mitad del peor valor obtenido en el 2015 por el mismo paÃs. - Es mayor la cantidad de paÃses con mÃnimo desarrollo democrático. Comparación de valores IDD-Lat 2015 y 2016Gráfico 1.16
Fuente: Elaboración propia con base en los resultados del IDD-Lat 2015 y 2016. - Es menor la cantidad de paÃses con alto desarrollo democrático. - Empeora el valor del promedio regional. En relación con el comportamiento de los paÃses, la evolución del IDD-Lat 2016 respecto del año anterior indica que los paÃses que mejoran o se mantienen son: Chile, que nuevamente alcanza el primer lugar; Bolivia, que alcanza el mejor valor de su serie histórica manteniéndose en el conjunto de paÃses con desarrollo democrático medio; Ecuador, que mejora por quinto año consecutivo, lo que le permite alcanzar también su mejor puntaje desde el 2002 a la fecha y logra superar por segunda vez el promedio regional; México, que aunque mejora levemente su puntuación no alcanza a mejorar su intensidad de desarrollo democrático ni logra alcanzar el promedio regional; Nicaragua, que mejora significativamente, aunque ello no le permite modificar su calificación de mÃnimo desarrollo democrático; Perú, que obtiene su mejor puntaje desde el 2002 a la fecha, aunque aún no le alcanza para integrar el conjunto de paÃses con alto desarrollo democrático; República Dominicana que, como consecuencia del avance logrado este año, logra subir dos posiciones en el ranking regional pero no modifica su calificación democrática y, por último, Venezuela, que a pesar de presentar una puntuación mayor a la de 2015, sigue siendo un paÃs con mÃnimo desarrollo democrático y solo en la dimensión económica logra superar el promedio regional. Venezuela solo en tres ocasiones ha salido del nivel de desarrollo democrático mÃnimo: 2008, 2009 y 2010. Este año solo ocho de los dieciocho paÃses evaluados (44 %) logran mantener o superar su performance del año anterior, cuatro menos que en el 2015, cuando habÃan incrementado su puntaje doce paÃses. Destaca positivamente la mejora del promedio de la dimensión que mide la democracia de las instituciones, que alcanza los 4,332 puntos, y que mantiene la tendencia que se observa desde el año anterior, aunque aún está lejos del valor promedio más alto alcanzado en el 2006, y continúa siendo la dimensión de peor resultado regional. No sucede lo mismo en la dimensión correspondiente a la democracia de los ciudadanos, cuyo valor promedio pierde el 3 %, aunque aún permanece por encima de los 5,000 puntos. Entre los paÃses que tuvieron un comportamiento negativo en la evaluación general de 2016, el máximo nivel de caÃda se observa en Brasil y Guatemala (42 %). Les siguen Honduras (20 %), Paraguay (18 %) y Argentina (12 %); con menores porcentajes de retroceso les suceden Panamá, Colombia, Uruguay, Costa Rica y El Salvador. Entre los paÃses que tuvieron comportamiento positivo, Nicaragua, Venezuela y Chile han tenido los avances más significativos en su puntuación, en un panorama general en el que son más los paÃses que retrocedieron que los que han avanzado. Dimensión democracia de los ciudadanosEn la dimensión que mide el desarrollo democrático desde la óptica del ciudadano, o sea desde las condiciones para que ejerza sus derechos y libertades, se observa un descenso de 3 % en el promedio . Cabe recordar que dicho valor promedio de la dimensión desde el 2002 a la fecha osciló entre los 4,500 y los 5,400 puntos. Costa Rica, Uruguay y Chile nuevamente lideran el ranking de esta dimensión, aunque han cambiado las posiciones (tabla 1.3). En esta oportunidad Costa Rica lidera la tabla, superando levemente a Chile, que retrocede al segundo lugar; Uruguay repite la tercera posición del año anterior. Argentina, Perú, Bolivia, Paraguay, Ecuador y Nicaragua completan el grupo que supera el promedio regional (5,375). Los restantes nueve paÃses se ubican por debajo del promedio. Es importante destacar que en el 2015 diez paÃses habÃan logrado superar el promedio de esta dimensión, uno más que este año. Tabla 1.3. América Latina (18 paÃses).Puntaje obtenido en la dimensión I del IDD-Lat 2016
Fuente: Elaboración propia con datos de IDD-Lat 2016. También se observa, en términos absolutos, que el mayor valor regional es levemente superior al del año anterior; y el menor valor regional es menor que su equivalente de 2015. El valor más bajo del ranking en esta edición lo registra Venezuela, con 2,807 puntos, y es más bajo que el peor valor del 2015, obtenido por Colombia con 2,966 puntos. El valor máximo en el 2015 lo registraba Chile con 8,449 puntos mientras que en el IDD-Lat 2016 lo logra Costa Rica con 8,522 puntos. La disminución del promedio regional de esta dimensión con respecto al 2015 se explica porque es mayor el número de paÃses que retroceden que los que avanzan. Debemos destacar que el mejor valor del promedio, desde el 2002 a la fecha, fue alcanzado en el 2015, con 5,551 puntos. Con respecto al ejercicio de derechos y libertades, aún es grande el camino a transitar por la mayor parte de los paÃses para aproximarse al nivel que ostentan Costa Rica, Chile y Uruguay, los de mejor desempeño. La importancia de la tarea y el desarrollo de polÃticas para alcanzar mayores libertades y derechos para sus ciudadanos son entonces un enorme desafÃo para la dirigencia polÃtica y las sociedades de la región. Los ciudadanos deben demandar por el respeto de sus derechos y libertades, mejorando las prácticas y el compromiso cÃvico. En la comparación con el año anterior, la mejor evolución interanual la presenta Costa Rica, seguida por El Salvador, Honduras y Perú. Estos son los únicos cuatro paÃses que han mejorado su puntuación con respecto al año anterior. Costa Rica obtiene en esta edición su mejor puntuación histórica (gráfico 1.17). Con independencia del puntaje logrado, Costa Rica, Perú, El Salvador, Panamá y Colombia son los paÃses que mejoran su ubicación en el ranking. En particular, destaca Perú, que logra ascender cuatro lugares. Por otro lado, Guatemala y República Dominicana son los paÃses que más fuertemente han retrocedido, en valores absolutos un 13 % en ambos casos, aunque no signifiquen retrocesos similares en el ranking regional; Guatemala permanece en el 15.° lugar, mientras que República Dominicana pierde dos lugares y baja a la 13.ª posición. Los restantes retrocesos son más leves, tanto en las ponderaciones como en la escala regional. Variación del Ãndice de derechos y libertadesGráfico 1.17
Fuente: Elaboración propia con base en resultados del IDD-Lat 2015 y 2016.
Algunos aspectos destacados de la medición de este año de la dimensión democracia de los ciudadanos son: 1. La gran mayorÃa de los paÃses presentan retrocesos en esta dimensión con respecto al 2015, salvo cuatro excepciones: Costa Rica, El Salvador, Honduras y Perú. Recordemos que en el informe de 2015 habÃan sido tres los paÃses que habÃan descendido en su puntuación con respecto al 2014. 2. El promedio de 2016 (5,375 puntos) es inferior en un 3 % al anterior, y la región no alcanzó el valor de 2015, que habÃa sido el mejor de la serie. 3. El retroceso del promedio de la dimensión es producto, principalmente, de que son pocos los indicadores que presentan avances, salvo algunos paÃses que en género y condicionamiento de libertades por inseguridad reciben puntuaciones más elevadas. 4. El valor más alto (Costa Rica) es superior al del 2015 en casi un 1 %, mientras que el valor más bajo (Venezuela) es menor al registrado en el 2015 por Colombia casi en la misma proporción. Dimensión democracia de las institucionesEn lo relativo a la dimensión que analiza la calidad institucional y polÃtica de los paÃses, Uruguay mantiene por cuarta vez consecutiva su liderazgo, aunque no mejora su puntuación, que retrocede casi un 2 % con respecto al valor obtenido en el 2015. Costa Rica se mantiene en el segundo lugar, a pesar de que su puntuación es un 14 % más elevada que la del 2015 (tabla 1.4). En cambio El Salvador, que en el 2015 habÃa ocupado el tercer lugar y calificaba como un paÃs con desarrollo democrático medio en esta dimensión, pierde su posición en el ordenamiento regional, y retrocede al 5.° lugar, producto de un valor casi 10 % peor que el obtenido en 2015 . Este año son ocho los paÃses -dos más que en 2015- que superan el promedio de la dimensión (4,332 puntos), un valor 5 % más alto que el de 2015, que habÃa sido de 4,116 puntos. Uruguay, Costa Rica, Chile, Panamá, El Salvador, Honduras, Bolivia y República Dominicana son los paÃses que lo logran. La novedad es que estos dos últimos paÃses logran alcanzar esta meta. Esta situación no habÃa sucedido en ninguna medición del IDD-Lat en el caso de Bolivia, mientras que República Dominicana solo lo habÃa logrado en el 2006. Tabla 1.4. América Latina (18 paÃses). Puntaje obtenido en la dimensión II del IDD-Lat 2016
Fuente: Elaboración propia con datos de IDD-Lat 2016. Se destaca en esta dimensión que solo seis paÃses retroceden en sus puntuaciones, a diferencia del 2015, cuando lo habÃan hecho diez. El pronunciado déficit de calidad institucional y eficiencia polÃtica se hace evidente en las puntuaciones de Nicaragua, Argentina, Guatemala, Paraguay, Brasil y Venezuela. Las caÃdas más notorias se observan en: Paraguay (40 %), que presenta peor resultado en el indicador de participación de los partidos polÃticos en el Poder Legislativo y mantiene puntuaciones muy bajas en accountability y desestabilización de la democracia; Brasil (36 %), que presenta retrocesos fundamentalmente en las variables de percepción de la corrupción, participación de los partidos polÃticos en el Poder Legislativo y accountability, como asà también porque recibe la aplicación del factor de anormalidad democrática, debido a la crisis institucional de ese paÃs; y por último Guatemala (36 %), que presenta una fuerte caÃda en el indicador que mide corrupción y por el factor de anormalidad democrática producto de la crisis institucional de 2015. Como podemos observar, la región sur del continente destaca por su pobre desempeño en calidad institucional y eficiencia polÃtica, con la sola excepción de Uruguay y Chile, que califican como paÃses de alto desarrollo democrático y mantienen su liderazgo regional en la materia. En total doce paÃses mejoran en esta dimensión con respecto al 2015. Destacamos por la magnitud de su avance a Ecuador, México, Chile y Bolivia. Sus mejores puntuaciones les han permitido calificar mejor. Ecuador pasa de mÃnimo a bajo desarrollo, al igual que México. Chile pasa de una categorización de paÃs de desarrollo democrático medio a una de alto desarrollo; mientras que Bolivia sale del conjunto de paÃses con bajo desarrollo democrático y pasa a integrar el de desarrollo medio. Las dos variables de mayor incidencia en el avance generalizado son: accountability y desestabilización de la democracia. Un dato importante es que México logra salir del factor de corrección por crisis institucional. Podemos destacar como aspectos significativos de la medición de esta dimensión para el 2016: - Se observa un ascenso en el promedio regional, aunque aún está lejos del mejor valor promedio de la serie, que fue alcanzado en el 2008. - Disminuye la cantidad de paÃses que retroceden en la dimensión. En el 2015 habÃan sido diez y en esta edición son seis, acercándose al comportamiento más positivo que habÃa logrado la región en el 2012, cuando solo cinco paÃses habÃan descendido en sus puntuaciones. - La cantidad de paÃses que superan el promedio regional es mayor a la que logró ese rendimiento en el 2015. De seis pasó a ocho paÃses. - En el 2016 cuatro paÃses son castigados con el factor de anormalidad democrática: Argentina, Brasil, Guatemala y Venezuela. Es el doble de los que fueron castigados en el 2015. - Uruguay, Costa Rica y Chile vuelve a ser la terna de paÃses que ostentan las mejores puntuaciones, situación diferente a la de los dos años anteriores, por el lugar que habÃa ocupado El Salvador, que habÃa desplazado a Chile. - En el 2016, de acuerdo con los datos de Transparencia Internacional, casi todos los paÃses de la región han empeorado su valoración en el Ãndice de corrupción. - La gran asignatura pendiente de los 18 paÃses analizados sigue siendo lograr un desarrollo democrático sostenido en las variables que integran el indicador de accountability y reducir la insatisfacción y protesta de vastos sectores sociales que no logran su inclusión plena al ejercicio de la democracia. Analizaremos los comportamientos positivos que presentan la mayorÃa de los paÃses de la región: Los paÃses que más avanzaron en sus puntuaciones son Ecuador, México, Chile y Bolivia, con consecuencias distintas para cada uno de ellos. Ecuador con este incremento (50 %) vuelve a formar parte del grupo de paÃses con bajo desarrollo democrático, saliendo de la zona crÃtica donde se habÃa ubicado siete veces en el IDD-Lat. Aunque aún está lejos de alcanzar el mejor valor de su serie, que fue el del 2005, logra mejorar su posicionamiento en el ordenamiento regional en cinco lugares. México sale de la calificación de mÃnimo desarrollo democrático por una suba del 44 % de su puntuación, aunque no logra alcanzar los 5,000 puntos, que es donde ya se habÃa ubicado, con oscilaciones, en cuatro oportunidades También a este paÃs la mejor puntuación obtenida le permite una mejor ubicación en el ranking regional. Chile, que en dos oportunidades habÃa caÃdo a la categorÃa de paÃs con desarrollo democrático medio y una de ellas habÃa sido en el 2015, vuelve a posicionarse junto con los que lideran la calidad institucional en la región; ello le permite, también, subir dos posiciones en la tabla y ocupar el tercer lugar. Y por último, destaca Bolivia, que presenta una mejora del 39 %, con dos consecuencias importantes: pasa a integrar el conjunto de paÃses con desarrollo democrático medio, situación que solo se habÃa producido en el 2005, y asciende cuatro posiciones en el ordenamiento regional (séptimo). Evolución de la dimensión calidad institucional y eficiencia polÃtica Gráfico 1.18
Fuente: Elaboración propia con base en los resultados del IDD-Lat 2015 y 2016. - Les siguen en volumen de incremento Honduras, República Dominicana y Costa Rica. En el caso de este último paÃs, su mejora le permite mantener el segundo lugar del ranking regional. Estas subas tienen en común que no modifican a ninguno de los tres paÃses su calificación democrática; Honduras sigue siendo un paÃs con desarrollo democrático medio, República Dominicana de bajo desarrollo democrático y Costa Rica de alto desarrollo democrático. - El resto de los paÃses que avanzaron en calidad institucional y eficiencia polÃtica: Perú, Venezuela, Nicaragua, Colombia y Panamá, no cambian la calificación que traÃan del IDD-Lat 2015 y en algunos casos tampoco su ubicación en el ranking regional, como son los casos de Panamá y Venezuela. En cambio, Perú mejora su ubicación en dos lugares, y Nicaragua asciende un lugar; mientras que Colombia retrocede en el ordenamiento regional. - Si analizamos los comportamientos negativos en la región en calidad institucional y eficiencia polÃtica, vemos que: Entre los paÃses que han bajado su puntuación, Argentina, Brasil, El Salvador, Guatemala, Paraguay y Uruguay, solo este último ha logrado mantener su posición de liderazgo y su calificación de desarrollo democrático. En el resto de los casos la baja ha tenido como consecuencia la pérdida de posiciones en el ordenamiento regional y, en algunos casos, de intensidad de desarrollo democrático. Argentina pasa a calificar por séptima vez con mÃnimo desarrollo democrático y además pierde dos posiciones en el ranking regional. Brasil mantiene su calificación de mÃnimo desarrollo democrático, pero le significa bajar una posición. El Salvador es otro de los paÃses que mantiene su calificación, en su caso de desarrollo democrático medio, aunque desciende un lugar en la tabla regional. Guatemala, al igual que Argentina, deja de integrar el conjunto de paÃses con bajo desarrollo democrático y es el paÃs que más desciende en el ranking regional, seis posiciones. Por último, Paraguay mantiene su mÃnima calificación y pierde tres lugares en el ordenamiento regional.
Dimensión democracia socialTabla 1.5. América Latina (18 paÃses).Puntaje obtenido en la dimensión III del IDD-Lat 2016
Fuente: Elaboración propia con datos del IDD-Lat 2016. El primer aspecto saliente del análisis de la dimensión social es que no se registra recuperación en la tendencia que habÃa comenzado en el 2012, con un generalizado deterioro en los indicadores que miden la calidad del desarrollo social y humano en la región. Aunque disminuye la cantidad de paÃses que empeoran su puntuación -en el 2015 fueron 11, en el 2016 lo hacen 8-, el fuerte descenso de la puntuación de Costa Rica y de Argentina, que habÃan liderado esta dimensión por tres años consecutivos (2012, 2013 y 2014), habÃa generado ya un descenso en el promedio regional. Debemos destacar que el mejor valor, obtenido nuevamente por Chile, es mayor al que habÃa recibido en el 2015; y la puntuación más baja, obtenida en esta edición por Honduras, es más alta de la que habÃa recibido Nicaragua en el 2015. Destacan positivamente México, Ecuador y Colombia (gráfico 1.19). Entre los paÃses que han obtenido una puntuación inferior a la de 2015 presentan un importante descenso Venezuela, Honduras, Costa Rica y Perú. Estos avances y retrocesos tuvieron su correlato en las ubicaciones de los paÃses en el ranking. Lidera esta dimensión Chile, por segunda vez desde el 2002 a la fecha, y logra su mejor puntuación de todo el perÃodo de nuestro estudio. Su permanencia en lo alto del ordenamiento regional se debe a mejores resultados en eficiencia en salud y en educación, asà como a la variación positiva del indicador del desempleo. En segundo término aparece Bolivia, que logra mejorar cinco posiciones con respecto al 2015. Otros paÃses que mejoran su ubicación en el ranking son Ecuador, Colombia y República Dominicana; en los tres casos suben dos posiciones. El resto de los paÃses que avanzan en el ordenamiento regional ascienden una posición: Uruguay, Panamá, Paraguay y Nicaragua. Chile, Bolivia, Uruguay y Argentina son los paÃses con alto desarrollo democrático en esta dimensión. Panamá, Brasil, Ecuador, Costa Rica, Perú y México conforman el lote de paÃses que presentan desarrollo democrático medio, y junto con los cuatro paÃses de alto desarrollo integran el grupo de diez paÃses que superan el promedio regional. Paraguay, Colombia, El Salvador y Venezuela se ubican por debajo del promedio regional y califican con bajo desarrollo. En tanto que República Dominicana, Guatemala, Nicaragua y Honduras se ubican al fondo de la tabla con mÃnimo desarrollo democrático. De los paÃses que han empeorado con respecto al 2015, Costa Rica, Perú y Venezuela han sido los que más posiciones han perdido en el ordenamiento regional: seis, cuatro y tres posiciones, respectivamente. Las variables que han influido en el descenso del promedio regional son tasa de egreso en el nivel secundario (10 %) y desempleo (8 %). Continúa la tendencia positiva en el promedio regional de mortalidad infantil, gasto en salud y en educación. Entre 2000 y 2013 la pobreza habÃa disminuido considerablemente en América Latina, del 46,3 % al 29,7 % de la población. Sin embargo, esos avances se han ralentizado en algunos casos, y en otros se han detenido o retrocedido, de modo que la región sigue caracterizándose por una vulnerabilidad sustancial que también afecta a la creciente clase media. Más especÃficamente, observamos que el 65 % de las personas reciben un ingreso diario Variación de la dimensión democracia socialGráfico 1.19
Fuente: Elaboración propia con datos del IDD-Lat 2015 y 2016. de entre USD 4 y USD 10, y el 14 % de la clase media sufre de pobreza al menos una vez en un perÃodo de diez años. Además, la pobreza crónica continúa extendida y representa el 91 % y el 50 % de la pobreza extrema y moderada, respectivamente. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), desde hace tres años, la región de América Latina y el Caribe ha estado afectada por una desaceleración económica cuyos efectos acumulados se pueden describir como una crisis en cámara lenta. El pleno impacto de esta desaceleración en los mercados laborales se ha sentido en el año 2015 y se espera que continúe en 2016, aun si mejorara la tasa de crecimiento económico. El desempleo regional, que habÃa alcanzado mÃnimos históricos de 6,2 % en 2014, subió en 2015 a 6,7 %. Esta es aún una cifra moderada, si se la compara con las tasas de hace más de una década. Pero es el primer aumento significativo de la tasa de desocupación abierta en cinco años. Y significa 1,7 millones de desocupados adicionales en la región, que elevan el número total de desocupados a casi 19 millones. La mayorÃa de los nuevos desocupados son mujeres y hay también una alta proporción de jóvenes. Desigualdad, exclusión y pobreza persisten como los mayores desafÃos para la democracia y conspiran contra el desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe. Hubo algunos avances desde el 2000 hasta ahora pero fueron modestos si se comparan con los de otras regiones en desarrollo.
Dimensión democracia económicaTabla 1.6. América Latina (18 paÃses).Puntaje obtenido en la dimensión económica del IDD-Lat 2016
Fuente: Elaboración propia con datos del IDD-Lat 2016. Desde 2004 la región vivió una transformación positiva en lo que concierne al crecimiento económico. Incluso cuando estalló la crisis económica y financiera global del 2008, América Latina habÃa mostrado una fuerte resiliencia ante esas turbulencias y habÃa mantenido tasas de crecimiento bastante positivas. Sin embargo, los tiempos parecen haber cambiado y, según la CEPAL, en 2015 ningún viento estuvo a favor de la dinámica económica latinoamericana, por lo que ese organismo internacional revisó a la baja las proyecciones de crecimiento de la actividad económica de la región para 2016.1 Entre los factores desfavorables que impactan en el desempeño económico de la región se señalan: el bajo crecimiento de paÃses desarrollados; una importante desaceleración en economÃas emergentes, en particular China; la creciente volatilidad y costos en los mercados financieros; y bajos precios de las materias primas, en particular hidrocarburos y minerales. Ade más, se aprecia una mayor debilidad de la demanda interna de los paÃses de la región, lo que genera que la caÃda en la inversión doméstica esté siendo acompañada por una desaceleración del consumo. Las economÃas de América del Sur, especializadas en la producción de bienes primarios, en especial petróleo y minerales, y con creciente grado de integración comercial con China, registrarán una mayor contracción. El impacto destructivo de la extrema desigualdad sobre el crecimiento sostenible y la cohesión social es evidente en la región. Aunque se ha logrado un éxito considerable en la reducción de la extrema pobreza durante la última década, continúan altos los niveles de desigualdad del ingreso y de distribución de la riqueza, que han obstaculizado el crecimiento sostenible y la inclusión social. En América Latina y el Caribe, la desigualdad está impidiendo retornar a una trayectoria de crecimiento inclusivo, ante un entorno exterior desalentador. Aunque la desigualdad del ingreso se ha reducido durante los últimos años, América Latina sigue siendo la región más desigual del mundo. En 2014, el 10 % más rico de la población de América Latina habÃa amasado el 71 % de la riqueza de la región. 1 Comunicado de prensa de la CEPAL del 5.10.2015, <http://www.cepal.org/es/ comunicados/cepal-pronostica-quecrecimiento- la-region-2015-se-contraera Entre 2002 y 2015, las fortunas de los multimillonarios de América Latina crecieron en promedio un 21 % anual, es decir, un aumento seis veces superior al del PIB de la región. Gran parte de esta riqueza se mantiene en el extranjero, en paraÃsos fiscales, lo que significa que una gran parte de los beneficios del crecimiento de América Latina está siendo acaparada por un pequeño número de personas muy ricas, a costa de los pobres y de la clase media, sin generar efecto virtuoso alguno sobre las economÃas y las sociedades locales. Salvaguardar los avances ya logrados por América Latina y garantizar un crecimiento inclusivo y sostenible deben ser prioridades para todos los paÃses de la región. No existe una solución mágica a este problema, pero las polÃticas públicas no parecen estar encaminadas a corregir uno de los mayores problemas de la democracia regional. En nuestro Ãndice 2016, nueve paÃses superan el promedio de la dimensión económica, uno menos que en el 2015: Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela. Si comparamos las últimas mediciones con las del 2015, se repiten los paÃses que en el conjunto de indicadores que miden desempeño económico superan el promedio, salvo Venezuela, que habÃa perdido esta caracterÃstica en el 2015 y vuelve a recuperarse, y Costa Rica, que en esta oportunidad se coloca por debajo del promedio regional (gráfico 1.20). El valor del promedio regional es superior al del 2015, tendencia que se viene sosteniendo en el tiempo. En términos de la evolución respecto del año anterior, los paÃses que presentan el mayor deterioro en desarrollo económico son Brasil, República Dominicana, Costa Rica y Colombia, acompañados por Argentina, México, Panamá, Bolivia, Variación de la dimensión democracia económicaGráfico 1.20
Fuente: Elaboración propia con datos del IDD-Lat 2015 y 2016. Honduras y Uruguay. Entre los paÃses que han mejorado su comportamiento se destacan Venezuela, Nicaragua y Perú. Asà como en las mediciones anteriores era una constante que el indicador que mide PIB per cápita tuviera un comportamiento positivo, este año ese indicador no conserva la misma tendencia, debido a lo que se mencionó en el apartado anterior acerca del crecimiento económico de la región. Por otro lado, las variables que muestran una tendencia positiva en términos generales para la región son las que presentan una menor exposición al endeudamiento y una mayor libertad económica. Un dato negativo es que se pierden los avances en términos de equidad en ingresos. Luego de haber sido lÃder regional en 2005, 2006, 2013 y 2014, Chile vuelve a ocupar la posición más alta en el IDD-Lat 2016, desplazando a Uruguay, que retrocede al tercer lugar. El puntaje alcanzado por Chile es cercano a su mejor puntuación, obtenida en el 2005. Uruguay es antecedido por Perú, que logra avanzar tres posiciones en el ranking y además pasa a formar parte del conjunto de paÃses con alto desarrollo económico. Junto con los tres paÃses mencionados, Panamá y Ecuador completan el lote de paÃses con alto desarrollo. México, Venezuela, Colombia y Argentina integran el grupo de desarrollo medio. Nicaragua, República Dominicana, Costa Rica y Paraguay integran el grupo de bajo desarrollo económico. En este IDD-Lat 2016, Bolivia, El Salvador, Brasil, Guatemala y Honduras se ubican en el grupo de paÃses que presentan mÃnimo desarrollo económico. Brasil es el paÃs que más retrocede en la tabla de posiciones, cayendo siete lugares. El último puesto del ranking es ocupado por Honduras, que por primera vez se ubica en el fondo de la tabla; esa posición habÃa sido históricamente de Bolivia que, aunque mejora, aún se ubica lejos del promedio regional.
Un dato positivo es que, más allá de las oscilaciones cÃclicas del déficit o de otras variables de flujo, en una mirada de largo plazo se aprecia que en América Latina habÃa tenido lugar un largo perÃodo de aumento de la proporción de la deuda pública con respecto al PIB (1970-1989), seguido por etapas de reducción (en los perÃodos 1990-1997 y 2004-2008, luego de un breve perÃodo de alza entre 1998 y 2003) y finalmente de estabilización, entre 2009 y 2014. En los años de bonanza -entre 2003 y 2008- se redujo considerablemente el nivel de la deuda pública y además se modificó de manera significativa su composición, observándose una extensión de los plazos, una mayor participación de la deuda a tasa fija, un aumento de la proporción de residentes en su tenencia y un creciente peso de las deudas en moneda local. De este modo, en los últimos 25 años la reducción de la deuda pública externa ha sido notable en la región: a comienzos de los años noventa representaba poco más del 70 % del PIB, en comparación con el 16 % que registra en 2014.
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